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miércoles, 30 de junio de 2010

Series en ayunas

Hacía muchos días que no me enfrentaba a unas buenas series. Me han coincidido carreras el fin de semana, que es cuando solía hacerlas, y el viaje de trabajo, y casi me había olvidado de lo importantes que son.

Pero de cara a la carrera del domingo, con la que, salvo sorpresa, diré adiós a las carreras populares hasta septiembre, he pensado que unas series serían un complemento perfecto a la semana previa de entrenamiento.

Me gusta hacerlas el fin de semana, bien desayunado y despierto, pues son un esfuerzo considerable y el cuerpo ha de estar en condiciones de hacerlo. La diferencia de rendimiento entre hacerlas en ayunas o a media mañana es espectacular, pero como el horario y el calor no me dejan muchas más opciones, hoy me levanté con el Forerunner programado para hacer 8 series de 750 metros cada una, con un descanso de 1:30 entre serie y serie, y unos minutos de calentamiento y enfriamiento.

El Forerunner es mucho mejor que el RunKeeper para las series. La comodidad de llevarlo en la muñeca para tener una referencia fácil de ver es impagable. Los ataques de tortícolis que provocaba el antinatural giro de cuello necesario para ver los datos del RunKeeper en el iPhone colgado del brazo eran un precio demasiado alto a pagar... El Forerunner tiene muy bien montado el apartado de las series, pueden programarse series relativamente sencillas en el propio dispositivo, y si se quieren hacer series más complejas, por ejemplo teniendo en cuenta el ritmo cardíaco o con distancias variables, se pueden programar con el software que viene incluido (que además funciona también en Mac) y luego enviarse al reloj.

Por ahora me conformo con series sencillas, de repeticiones iguales, pero ya que se puede hacer algo más espectacular, y como casi no me gusta cacharrear con estos trastos, seguramente me aventuraré a hacer algunas series raras un día de estos.

He aquí la gráfica del Garmin Connect.





Como es habitual en mí, pese a prometer hacer lo contrario, fueron de más a menos... Creo que el cuerpo en ayunas consume sus recursos más rápido, y cada serie que hacía me costaba más empezar la siguiente. Pese a eso, las hice en 3:59, 4:03, 4:04, 4:08, 4:24, 4:22, 4:28, y la última, sacando fuerzas de flaqueza, a 4:18.

No llegué a pasar de las 160ppm, recuperé hasta las 100-120ppm en los descansos, y eso sí, acabé muy cansado pero satisfecho.

Mañana descanso. Qué duro se hace el día que uno no corre... :) Creo que dejaré el despertador a la misma hora y me levantaré a jugar al EA Sports Active para Wii. Antes, cuando no me atrevía a salir cada día, iba alternando un día de trote con un día de EA Sports Active, haciendo ejercicios variados. También tiene ejercicios específicos, así que buscaré ejercicios de piernas y probaré a ver qué tal...

martes, 29 de junio de 2010

Más Besós, mejor ritmo

Duda resuelta, ayer pensaba qué sería mejor, si alternar alguna sesión de cuestas o centrarme en tiradas llanas antes de la carrera del domingo, que será bastante llana y seguramente pasaremos calor.

Y siguiendo los consejos de mis amigos bloggers decidí que podría ser mejor seguir con entrenamientos llanos, y no olvidarme de una buena sesión de series, que las tenía un poco abandonadas. Normalmente las hacía el fin de semana, pero entre carreras y otros asuntos, desde que tengo el Forerunner no había hecho series... A ver qué tal se hacen con mi juguetito, creo haberlas programado bien. Haré un kilómetro de calentamiento, 8 series de 750 metros con 1:30 min de recuperación, y otro kilómetro de enfriamiento. Intentaré ir de menos a más... Siempre digo lo mismo...

Hoy salí a hacer un Besós morning run llano, y dejaré las series para mañana, descanso el jueves, salida llana el viernes sin forzar lo más mínimo, trote ligero de 30 minutos el sábado con algún cambio de ritmo, y a ver si el domingo sale una buena carrera.



El Forerunner se me puso tonto al final, no respondía a los botones y no pude parar el cronómetro al acabar... La ruta la hice en 45:02, no es mi mejor tiempo pero no me quejo, sobre todo porque tuve un pequeño incidente con un mosquito que me tragué en el kilómetro 5, y que estuvo molestándome bastante tiempo hasta que me provocó un ataque de tos terrible en el kilómetro 8... :( Al final, el incidente del Forerunner me sirvió para tener constancia de la caída en las pulsaciones al acabar el ejercicio en la gráfica del Garmin Connect... :)

Sensaciones mucho mejores que las de ayer, en la segunda parte, con viento en contra, mucho mejor ritmo, y en la primera parte, llegué pronto a la velocidad de crucero y la pude mantener bien. ¡A ver mañana si me salen unas series dignas!

Una última pregunta a los que tenéis Forerunner... Mira que soy pesado a veces... ;) Cuando se programa una sesión de series, en este caso por intervalos, se programa un tipo (distancia) y una duración (750), luego un tipo de descanso (tiempo) y su tiempo (1:30 min), y luego se ponen las repeticiones. ¿Sabéis si las repeticiones son las totales que quiero hacer, o si son cuántas más quiero hacer además de la primera? No sé si me explico... Si programo esos datos y pongo 8 repeticiones, ¿haré 8 en total o haré 9? Con el RunKeeper ya me equivoqué, pues tampoco estaba bien explicado. Si alguien lo ha hecho ya y conoce la respuesta a mi gran duda, le agradeceré que me lo haga saber... ;)

lunes, 28 de junio de 2010

Una semana más para acabar la temporada

La carrera de Premiá del sábado, como todas las que hago con cuestas intentando ir a morir, me dejó una buenas agujetas de recuerdo. Pienso que las agujetas no son un impedimento para nada, y después de descansar el domingo, hoy lunes, puntualmente, salí a dar guerra a a las piernas y a intentar llegar con buen tono a la última carrera que correré esta temporada, si consideramos que la temporada acaba en verano y empieza en septiembre...

No dejo de acordarme de los comentarios de los runners que acabamos la carrera... Las palabras más repetidas eran "joder", "dura", y la coletilla más usada "y encima dos veces"... :) Muchas excusas en potencia para descansar un día más de la cuenta, pero ninguna lo suficientemente convincente para hacerlo.

Así que despertador puntual, y esta vez, dado el calor que estaba haciendo estas últimas noches y viendo que la temperatura prevista era de 20 grados a primera hora de la mañana, inauguré el vestuario de verano para salir a correr a las 6. Mallas cortas, camiseta de manga corta, iPhone con Queen y Rocky Sharpe, Forerunner, y a correr.



Fui a mi clásica ruta de recuperación, el Besós morning run, que en condiciones buenas hago entre 43 y 44 minutos, y que esta vez me costó casi 47 acabar. Empecé con las piernas pesadas, curiosamente con viento a favor, pero no avanzaba... Primer kilómetro ultra lento, intentando convencer a mis piernas que tocaba correr, otros 4, pese a contar con viento a favor, entre los 4:50 y los 5:00, media vuelta al llegar a la playa y uno más 5:00, ya con viento en contra, y las pulsaciones no subían de 150 ppm.

Entonces noté que a base de ser pesado, convencí a mis piernas de que había que correr un poco más, y pese a no alcanzar más de 160 ppm hasta los últimos metros de carrera, empecé a sentirme más ligero e hice los últimos kilómetros a 4:47, 4:49 y 4:48, con el viento soplando fuerte en contra.

Comienzo lento, pero me convenció acabar en progresión. Creo que el cansancio del sábado por la tarde ya es historia. Pensaré qué combinación de cuestas y tiradas llanas puede ser mejor para preparar la carrera del domingo, presumiblemente con calor, aunque no sol intenso, y muy llana. Creo que será una carrera más de potencia que de fuerza. Quizá deba hacer unas buenas cuestas y dejar un par de días al final sin forzar para llegar fresco... No sé, se me ocurren también buenas razones para hacerlo de otra manera... :) Según cómo me levante mañana, programaré el Forerunner para contar kilómetros o vueltas alrededor del hospital.

Y si antes de salir me da tiempo a leer algún consejo de un amigo blogger runner, lo tendré muy en cuenta y se lo agradeceré eternamente... ;)

sábado, 26 de junio de 2010

Crónica de Premiá

Pues no voy a poder comparar dos carreras iguales todavía... Resulta que el secreto mejor guardado de la organización de la Cursa de Premiá era que este año el recorrido iba a ser distinto, y en ningún sitio se podía consultar, hasta que llegado el momento de recoger el dorsal, un mapa sospechoso pintado con rotulador me sorprendió con una ruta bastante fea...

Este año la carrera fue un circuito de 5 kilómetros al que había que dar dos vueltas. Si no me gustó la subida de los dos últimos kilómetros del año pasado, como dice el refrán, este año me dieron dos tazas... :( Un desastre, iba a ser imposible intentar mantener un ritmo, y a mitad de carrera y al final dos cuestas asesinas me iban a alegrar la tarde. Además, el Forerunner me robó casi 200 metros, algunos provocados por los dos pasos subterráneos que cruzamos y otros por los giros de 90 y 180 grados que abundaban en la ruta y tampoco ayudaban a correr bien...







Salí como siempre con tiempo, mucho tiempo. Hay gente que llega tarde habitualmente a los sitios, seguramente fruto de algún síndrome, y estoy seguro que eso que me pasa a mí de llegar siempre pronto ha de ser otro síndrome quizá más preocupante. Como llegué con mucho tiempo, me lo tomé con calma, me unté vaselina con cariño, fui un par de veces al baño y me bebí un Powerade con toda la tranquilidad del mundo. Pude calentar bien, estirar, y cogí un buen sitio en la salida.

El circuito comenzaba cuesta abajo, así que ya me veía venir otra vez una salida kamikaze... Así fue, los dos primeros kilómetros cuesta abajo, dejándome llevar por la histeria colectiva, cayeron a 3:47 y 3:46. Esos tiempos no los hago ni haciendo series al mediodía, pero cuesta abajo, salieron así casi sin darme cuenta.

Luego cruzamos un paso subterráneo por debajo de la nacional y la vía del tren, e hicimos un kilómetro al lado de la playa, ante la sorprendida mirada de los bañistas. Ese kilómetro lo hice a 4:07, después de la salida loca. Iba bien, pero sabía que después iba a venir lo peor...

Y así fue. Otro paso subterráneo, y dos kilómetros cuesta arriba. En esos dos kilómetros el desnivel era de 50 metros, la subida fue bastante constante, hubo un par de tramos más o menos lisos, pero generalmente subida. Dos kilómetros cuesta arriba a mí me matan... Los hice a 4:20 el primero, bastante digno, pero a 4:50 el segundo, ya más cascado.

Crucé la meta por primera vez, viendo un parcial de 20:33, pero sabiendo que la segunda vuelta sería peor... Fiel a mis principios, no cogí agua, seguí intentando concentrarme en correr, ya bebería al final.

Otra vez para abajo, pero obviamente más despacio. 4:16 y 4:05, las piernas no daban para más. El kilómetro de la playa, en el que un amable señor de un chiringuito me alegró la tarde con una manguera con la que regaba a los pobres deshidratados que pasábamos por ahí, lo hice a 4:32, las piernas ya pesaban. Y cuando llegó la subida definitiva, intenté sacar fuerzas de donde ya casi no quedaban y subí el primero a 4:51 y el segundo no pude hacerlo a un ritmo menor de 5:02...

Al final 42:45, que tampoco está mal. Mucho calor y unas cuestas con bastante mala leche, aunque en la subida había mucha gente de fiesta mayor que nos animó y que nos hizo arañar unos segundos extras... :)

La carrera este año fue más bonita, los más de tres kilómetros por la playa del año pasado eran desoladores. La subida del final siempre es un reto, pero hacerla dos veces ya es pasarse... :) De todas maneras, la carrera es para disfrutarla, cambio de paisajes, casco urbano con mucha gente animando, playa, muchos árboles, cuestas... Un trocito de coca y dos plátanos para celebrar la hazaña, y vuelta a casa en transporte público, que siempre es un lujo.

El domingo que viene estaré en la de La Maquinista, y ya me despido de carreras populares hasta septiembre.

¿Alguien se apunta? :)

viernes, 25 de junio de 2010

Pequeño trote un día antes de la carrera

Siguiendo los impagables consejos de mis amigos bloggers, he salido un rato esta tarde, con sol de justicia, a trotar un poco, añadiendo unos cambios de ritmo al final y procurando mantener un ritmo tranquilo.

Han sido poco más de 5 kilómetros, pero he sacado algunas conclusiones interesantes...


Salí muy tranquilo, no quería correr, pero cuando miré el Forerunner iba a unos 4:40 minutos por kilómetro. No me creía nada, el ritmo de piernas que llevaba era lento, pensaba que iba a más de 5:00, pero no, estaba yendo relativamente rápido para ser el primer kilómetro...

Seguí por la ruta de Montcada, de nuevo incrédulo con el tiempo, rondando los 4:30. Seguía notándome lento, algo raro pasaba... Y una vez más, cuando me di media vuelta en el tercer kilómetro, descubrí que mi amigo el viento estaba de guasa, y soplaba casi igual de fuerte que estos últimos días, pero esta vez, lo hacía en dirección contraria. Al darme la vuelta noté inmediatamente el viento en contra, y entendí por qué iba tan rápido el primer tramo...

A partir del kilómetro 3 hice un cambio de ritmo durante 200 metros, ritmo normal otros 300, y vuelta a empezar. En el primer cambio de ritmo el Forerunner me llegó a marcar 3:55, en el segundo 4:15 y en los otros tres rondando los 4:20. Aunque luego la gráfica del SportTracks no llega a esas marcas, supongo que será por la ponderación que hace de la velocidad...

Durante los cambios de ritmo las sensaciones fueron buenas, los hice de 200 metros pero tenía ganas de más, aunque preferí no pasarme. Recuperé bien, en los tramos posteriores al cambio de ritmo subí muy poco de los 4:30 y acabé quedándome con ganas de correr más pero pensando que la salida de hoy era la correcta antes de correr mañana.

De entre todas las camisetas que tengo, por supuesto, salí a correr con La Roja... :) Los que van a jugar esta tarde con la selección son unos deportistas que están viviendo uno de los momentos más emocionantes de su vida, y desde aquí, sentado delante del ordenador y con la rodilla en hielo, no puedo contener decirles ¡ánimo y a ganar!

jueves, 24 de junio de 2010

Pensando en Premiá

La Cursa de Premiá del año pasado fue la primera que corrí con el RunKeeper. Así que gracias a las posibilidades de exportar, convertir, editar y sacar gráficas, es la primera que voy a repetir un año después y que puedo analizar mínimamente.

Antes de la carrera me pasé una semana descansando, en aquella época no corría tan a menudo... Hoy, siguiendo los consejos de mis amigos bloggers, he preferido quedarme en casa, después de tres días seguidos de entrenamiento, dos de ellos con cuestas. Mañana la idea es salir un rato suave, con algún cambio de ritmo, y el sábado por la tarde sufrir mucho, salir fuerte, aprovechando la bajada, no morir en el paseo que nos pegaremos por la playa, y afrontar la subida final pensando en las cuestas que he hecho estos días y no dejar de adelantar gente... Ante todo, optimista, ¡eh! ;)

Ahí va la gráfica y mapa del año pasado...







Recuerdo que empecé rápido, bueno, lo que para mí quería decir rápido hace un año, hice los cuatro primeros kilómetros a menos de 4:30, que era un tiempo que no había hecho nunca entrenando. El tercer kilómetro que tenía un buen tramo de bajada lo hice a 4:16, y cuando lo escuché en el RunKeeper pensaba que iba a ser el kilómetro más rápido que iba a hacer en mi vida... :) Luego, al llegar a la playa, la gráfica de lentitud, no me atrevo a decir de velocidad, habla por sí sola, empecé a desinflarme, recuerdo que era durísimo, la playa llena de gente que nos miraba incrédula, el calor sofocante, la sed incontrolable, y el ritmo iba bajando lentamente...

Fueron unos tres kilómetros y medio insufribles... Había un avituallamiento con esponjitas mojadas en agua, me la eché en la cabeza, y pese a ser una guarrada monumental, me bebí parte del preciado líquido, estaba medio deshidratado... Cuando por fin dimos la vuelta y salimos de la playa me animé bastante, pero cuando vi la subida que venía casi me muero... Los últimos dos kilómetros eran una subida constante, iba perdiendo velocidad metro a metro, hasta hacer un tramo a más de 6:00, y ya casi al final tuvimos una pequeña bajada, en la que me retrataron de esta guisa:



Recuerdo que la subida fue muy dura físicamente, pero el tramo en la playa fue tremendo psicológicamente.

Este año la carrera es por la tarde, aunque la experiencia que tengo de la de Delta Prat es que no sé si es incluso peor... Aquel día en El Prat pasé mucho calor, aunque quizá corriendo al lado de la playa la brisa marina vespertina pueda hacerme un favor. Conociendo ya el recorrido y las sensaciones de hace un año, voy a salir a darlo todo cuesta abajo, la primera subidilla también fuerte, que luego bajamos otra vez, y en cuanto llegue a la playa, intentaré poner el piloto automático a un ritmo bueno, el mejor que pueda llevar sabiendo que me debe quedar un hálito con el que subir los dos últimos kilómetros, que quiero hacer a un ritmo constante, para morir en el último kilómetro... A ver si me acuerdo de todo esto el día de la carrera... :)

miércoles, 23 de junio de 2010

Mejorando tiempos en cuestas

Ayer me sentí bien y acabé contento mi sesión de cuestas, después de una semana de entrenamientos muy llanos. Me fui a dormir sin tener claro por dónde iría hoy, y me levanté aún con la duda en el cuerpo. Mientras me pertrechaba, decidí que ya había corrido demasiados días en llano, y que teniendo el sábado la Cursa de Premiá, que acaba con una cuesta asesina, lo mejor sería irse otra vez a subir e intentar apretar un poco más, lo de ayer estuvo bien pero podía estar mejor.



Empecé la ruta calcando la de ayer, el primer tramo de más de dos kilómetros a 5:04. Miré el Forerunner, y viendo que iba igual, me dije "chaval, o apretamos o esto no progresa". Comenzó la subida, el primer tramo, hasta el lugar donde empieza el circuito alrededor del hospital, me salió más lento que ayer. Pero me sentía cómodo. La primera vuelta también fue algo más lenta. Pero las sensaciones buenas... La segunda más o menos igual. Y a partir de la tercera todo empezó a ir bastante mejor, fui de menos a más, hice la tercera rascando 14 segundos a la subida y 22 a la bajada, en la cuarta 8 menos en la subida y 13 menos en la bajada, en la quinta estuve con un tiempo algo superior al de ayer, y en la última lo di todo y subí a 5:31 y bajé a 4:38, muchísimo mejor que ayer. Normalmente en la última vuelta llego ya bastante tocado, pero haber empezado con algo más de calma creo que me benefició mucho al final.

Tanto que los dos últimos tramos, el de bajada hasta el cauce del río y el tramo llano hasta casa, los hice a 4:31 y 4:34, con el mismo viento en contra que ayer pero mucho mejor de fuerzas, pese a los dos días de cuestas.

A ver si consigo convencerme de que correr de menos a más suele ser muy buena táctica. Pero sobre todo, a ver si no se me olvida el día de las carreras... :) Visto que yendo de menos a más he arañado un minuto a la misma ruta y he acabado bastante entero, voy a intentar hacerlo así una vez más, a ver si ésta en serio, en la carrera del sábado por la tarde en Premiá.

He salido tres días seguidos y correré el sábado por la tarde. No sé si no salir más hasta el día de la carrera, o hacer unos 30 minutos light el viernes. Descansar casi todo el miércoles, todo el jueves y viernes y casi todo el sábado me parece descansar mucho, incluso saliendo a trotar el viernes un rato. Además mañana es fiesta y no tengo la presión horaria de ir a trabajar... Y tengo pendiente visitar a los zombis del Turó del Pollo... Buffffff, demasiada tentación... ¿Seré capaz de quedarme en casa o saldré a hacer la madre de todas las cuestas? Si lo hago mañana pronto, tengo aún medio jueves, el viernes entero y medio sábado para descansar. Qué terrible dilema... Quiero llegar fresco a Premiá, creo que la última carrera en sábado me faltó un día de descanso. Pero no quiero quedarme tres días en reposo...

¿Algún sabio consejo con el que podáis iluminarme? :)

martes, 22 de junio de 2010

Reencuentro con los zombis del Espíritu Santo

Después de mi semana fuera, y habiendo vuelto ya a la rutina, no pude esperar un día más para volver a hacer la ruta del Espíritu Santo, pensando en hacer unas buenas cuestas de cara a la Cursa de Premiá del sábado, y sobre todo pensando en volver al lugar en el que los zombis contactaron conmigo por primera vez. Después de cumplir su misión, tenía curiosidad en saber cómo me los encontraría ahí arriba...

Salí de casa puntual, me noté bien de fuerzas, y emprendí la marcha por el río hacia la salida del Espíritu Santo, a un ritmo no especialmente rápido, y tampoco especialmente lento. 2,28 kilómetros a 5:04, una primera subida a 5:39, y luego la seis vueltas de rigor, con subidas a una media de 5:45 y bajando a unos 5:10, recuperando bien las pulsaciones. Cuando coroné la última vuelta, intenté aumentar el ritmo y bajar más suelto, hice el primer tramo a 4:49, el siguiente también en bajada a 4:46, y el último, con viento en contra y terreno llano, a unos dignos 4:40 después de la paliza de las cuestas... Buenas sensaciones, ritmo bastante constante, cambios de ritmo al final de cada subida, y contento con la recuperación de pulsaciones.



Pero más contento me dejó lo que vi al subir la cuesta por primera vez... Llegué al viejo hospital... Donde encontré hace unas semanas a los empleados de limpieza que me inquietaron... Donde unos días después volví a coincidir con sólo uno de ellos... Y me preocupé por el otro...

Pero esta vez estaban los dos. Me dio una gran alegría ver que no habían sido pasto de los zombis, que es lo que pensé en un primer momento, cuando aún no sabía que esos zombis son buenos. Es más, el que no estaba el segundo día, esta vez sí que me miró, y en sus ojos vi claramente algo... Él también había combatido con los zombis. Por eso estaba ahí. Yo lo noté en su mirada y estoy seguro que el también lo notó en la mía. Él supo que yo ya era otra persona, alguien que había combatido por primera vez con los zombis y había salido airoso de su misión.

Llegó a articular incluso una pequeña sonrisa. Estoy seguro de que se dio cuenta de que la resistencia anti zombi tendría continuidad, al señor ya se le veía mayor para misiones de anulación de asentamientos zombis, y la certeza de que alguien había retomado el testigo se reflejaba en la alegría y el brillo de sus ojos.

Seguramente los zombis del Espíritu Santo, después de haber comprobada que he podido cumplir su misión, aliviarán al empleado de limpieza de la dura responsabilidad que supone la resistencia anti zombi, y podrá finalmente de una jubilación mereceida. Ahora comprendo que me han elegido a mí para continuar su misión. No sé cuántos asentamientos zombis hay, no sé cuáles de ellos son rebeldes o cuáles quieren colaborar con nosotros. Sólo sé que ellos pueden comunicarse conmigo, y que debo estar atento a sus señales... Y no fallarles...

lunes, 21 de junio de 2010

Back to the river

El sábado por la noche llegué a casa después de una semana fuera, en la que vi muchas cosas interesantes, salí a correr 5 días y pude completar la misión que me encargaron los zombis layetanos... La vuelta siempre es más dura cuando se viaja a América desde Europa, pues el día del retorno dura sólo 15 horas y hay que intentar dormir poco para llegar al final del mini-día con sueño y así intentar volver a retomar el ritmo normal. Por suerte tenía el domingo para acabar de volver a mi horario, y pese a que me lo pensé, no salí a correr y tuve a dos niños encima durante todo el día, lo cual tampoco fue la mejor manera de descansar... :)

Pero hoy lunes ya no había excusa, el domingo resistí a echarme una siesta y me dormí bien por la noche, me desperté un par de veces pero volví a conciliar el sueño rápido, y puntual como un reloj, que es lo que se supone que es, el despertador sonó a las 5:45 y rápidamente me puse la ropa que tenía preparada y salí a correr por mi querido río Besós.

Hoy nos anunciaban que el verano ya está aquí, la temperatura empezará a subir y ya no bajará, pero por las mañanas todavía hace bastante fresco, y aunque no eché de menos los guantes y el corta vientos, tampoco me planteo todavía salir en manga corta, como en Los Angeles, a hacer mi ruta habitual de casi 10 kilómetros.



Tuve un infatigable compañero de ruta, el viento, que me ayudó a empezar a correr a unos 4:40 los primeros kilómetros, pero que por supuesto se empeñó en fastidiarme los cinco últimos, que hice a algo más de 4:50. No me empeñé en lugar contra los elementos, estuve por debajo de los 160ppm toda la carrera y además comprobé que en el minuto largo que tardó en ponerse verde el semáforo en el que acabo la ruta, bajé rápidamente a 88ppm. Volví trotando a casa, sin pasar de 130ppm, sorprendido de que el punto 8 no amenazara en ningún momento. Tal y como me pasó en el viaje de ida, el punto 8 parece que tarda un poco más en adaptarse al nuevo horario, aunque supongo que pronto volverá a ser otro enemigo a batir durante mis salidas matutinas... :)

Buenas sensaciones, no estaba fresco, aún me quedan secuelas del cambio horario, pero mantuve un ritmo bastante constante, contando con el factor viento. Hoy espero dormir a pierna suelta y de un tirón, y mañana, puntual como un reloj, sonará el despertador e iré a ver a mis zombis del Espíritu Santo, quiero hacer unas cuestas porque el sábado por la tarde estoy apuntado a los 10K de Premià, ya los corrí el año pasado y son espectaculares, un buen tramo al lado de la playa, y un final asesino con una subida demoledora, que después del calorcito sienta muy bien...

¿Alguien se anima?


http://atletisme.com/cursesol/1006premia/


No es una carrera para hacer marca, pero sí para sufrir, que también para eso corremos... :)

sábado, 19 de junio de 2010

Volviendo a casa

Ahora que estoy en un sitio con WiFi gratis, esperando que salga mi vuelo, aprovecho la ocasión para subir una foto de nuestros salvadores, las muchachas que me dieron la bebida energética que me ayudó a acabar con los zombis...



viernes, 18 de junio de 2010

¡Misión zombi cumplida!

Hoy ha sido mi último día en Los Angeles. Al final he salido a correr cada día, la zona en la que estoy es más que propicia para hacerlo, poco tráfico, mucho verde, terreno llano, temperatura ideal... Y además, mi misión con los zombis debía cumplirse aquí...

Han pasado muchas semanas desde que tuve el primer contacto con los zombis layetanos de Santa Coloma. Fue en las ruinas del hospital del Espíritu Santo. Luego tuve un encuentro aún más intenso en el Turó del Pollo. También me hablaron desde el cementerio de Montjuic. Y cerca del hospital, ocurrió el viaje interdimensional en el que contactaron físicamente conmigo por primera vez... Toluca, repetían una y otra vez. Llegué a Los Angeles para trabajar y vi que Toluca es un lago próximo al hotel en el que estoy...

Me acerqué al lago y noté su presencia. Me acerqué más y fui amenazado por cuervos y una furgoneta... Luego me atacó un zombi en la feria, los empleados de seguridad capturaron a dos zombis ese mismo día... Algo se estaba moviendo...

Y ayer por la tarde comenzó el desenlace. En la feria, después del ataque zombi, me ofrecieron una lata de bebida energética. No le di importancia. Publicidad, patrocinadores, ya se sabe. No tenía sed, así que la cogí y me la llevé al hotel. Vi la final de la NBA, cené una ensalada, y me fui a dormir, pensando que ya había salido a correr cuatro días seguidos y a lo mejor debería descansar.

Pero en mitad de mis sueños, los zombis layetanos se me volvieron a aparecer... El mensaje era confuso... Hablaban de caca... De bebida energética... De Toluca, una vez más... Palabras inconexas...

Desperté a las 5:40. Dudé... Pero me levanté... Hoy no tenía la presión de la feria, así que pensé que era una buena ocasión para tomármelo con calma y no salir tan rápido a correr. Recordé las palabras de los zombis... Caca... Quizá me decían que debía intentar hacer un punto 8 antes de salir. Me pareció una gran idea. Me comí una barrita de choco banana y otra de frutas rojas silvestres. No hacían efecto... Vi la cafetera de la habitación... Pero entonces recordé que los zombis me hablaron de la bebida energética... Abrí la lata... Bebí... Sabía a rayos... Además tenía mucho gas... Y empezó a hacer efecto... Mis tripas comenzaron a manifestarse... Me bebí toda la lata... Y el efecto fue inmediato... El punto 8 hizo acto de presencia...

Empecé a ponerme la ropa de correr, y la bebida asquerosa seguía manifestándose... Los gases comenzaban a acumularse en mi estómago... No me hacía mucha gracia salir a correr así, aunque habiendo hecho un punto 8 estaba más tranquilo... No me lo pensé dos veces y salí de la habitación...

Estiramientos, ¡y a correr! Seguía pensando en mi misión... Los zombis me dijeron que hiciera un punto 8 y me bebiera la lata... Eso sólo sirvió para que mi estómago e intestinos se llenaran de gases... Empecé a correr... La presión intestinal crecía... Pero seguí corriendo...

Curiosamente, me encontré a una runner corriendo delante de mí. Como me pico hasta con mi sombra, empecé a correr para ver si podía darle caza. Parecía que iba hacia el lago Toluca, aunque en vez de girar en Valley Spring siguió hasta Riverside. Conseguí adelantarla. Pero vi que seguía recto en vez de girar en Riverside... Por un momento pensé seguirla y descubrir alguna ruta nueva por la zona... ¡No! Me di cuenta enseguida... ¡Era una trampa! ¡Los zombis habían mandado a correr a esa chica delante de mí para despistarme! Giré inmediatamente por Riverside, y volví hacia Valley para dirigirme al lago Toluca...

Claramente los zombis estaban alertados... Ayer intentaron intimidarme en su barrio, luego en la feria, hoy querían despistarme y llevarme a otro sitio... Pero no pudieron conmigo... Llegué a las proximidades del lago Toluca, los gases eran insoportables...

Y entonces entendí cuál era mi misión... Mirad el mapa de la ruta de hoy...



Claramente, tenía que completar el punto 8 para dejar mis intestinos vacíos de materia sólida... Beberme la lata para llenarlos de gases... Y entonces... ¡Debía entrar en todos los callejones, pasar por delante de todas las casas de los zombis, y fumigarlas con los gases acumulados! En ese momento empecé a vibrar de emoción, tantas carreras, tantos entrenamientos, tantos viajes, ahora sabía para qué... Me daba un poco de miedo hacerlo... Los zombis podían intentar defenderse... Es más, yo mismo podría sucumbir al efecto de los gases...

Nada más llegar a la zona del lago, los cuervos estaban esperándome... Graznaron, me sobrevolaron, y entonces, lancé el primer ataque... Dos cayeron al suelo fulminados... El tercero huyó despavorido... Noté que el lanzamiento provocaba un pequeño efecto turbo en mis posaderas, así que podía salir rápidamente del radio de acción de los gases, lo cual me tranquilizó...

Me tomé muy en serio mi misión, y como se puede ver en el mapa, no dejé un sólo callejón sin fumigar... Oía gritar a los zombis, vomitar, aullar, llorar... Se agarraban a las cortinas, clavaban sus uñas en los cristales, haciéndolos chirriar... Seguí y seguí... Tenía muchos gases acumulados, aunque me daba miedo quedarme sin combustible antes de completar la misión... Los administré sabiamente, y pude dejar mi impronta por todo el barrio... Aún me quedaron fuerzas para alargar la ruta y cruzar el puente que pasa sobre el río, y fumigué el río desde lo alto del puente, por su algún zombi intentaba escapar por ahí...

Creo que acabé con todos... Gritaron, aullaron, hicieron chirriar cristales, oí como sus plumones reventaban... Los gritos fueron disminuyendo de volumen... Creo que pude acabar con todos...

Todo esto a muy buen rimo, menos de 5:00 cada kilómetro, bastantes poco por encima de los 4:40... Llegué satisfecho a la cuesta que me llevaba de nuevo al hotel... La subí pletórico... Me di una ducha y bajé a desayunar unos merecidos huevos fritos con bacon y salchicas. Y de postre, un gofre con sirope y un croissant con mantequilla y mermelada... El desayuno del guerrero...

¡Misión cumplida! Dudo que hayan podido sobrevivir... Hoy vuelvo a Barcelona... Agradezco los buenos deseos de todos los que me habéis pedido que vuelva inmediatamente que y tenga cuidado con los zombis... Pero debía cumplir mi misión... Además el billete de vuelta era para hoy... Cuando esté de nuevo en Santa Coloma, subiré al Turó del Pollo a informar del resultado de mi misión... Espero haber podido ayudar a los zombis layetanos... Y que esto sea el final... Quizá no... Quizá haya más asentamientos zombis en otros lugares... Por eso debemos seguir entrenando... Quizá esto no haya sido el final, sino sólo el principio... El tiempo dirá... Vuelvo a casa...

jueves, 17 de junio de 2010

Un zombi me ha atacado

Un rápido post para contaros... Que creo que los zombis me han seguido esta mañana... Y uno ha intentado atacarme en la feria...



Afortunadamente lo enjaularon a tiempo... Estoy bien...

Añado unas fotos más... Lo de los zombis esta tarde ha sido serio...


Una zombi también fue capturada...




Estaba especialmente agresiva...




Finalmente un marine de paisano pudo esposar al zombi y llevárselo... El pánico cundió por momentos, escuché coches de policía y helicópteros cerca de la feria... Creo que finalmente sólo fueron dos zombis que salieron esta tarde. Pienso que lo hicieron por mi culpa, no debí haberme acercado tanto a donde viven...

10 kilómetros vespertinos cerca del lago Toluca

Esta pasada noche los zombis se me presentaron varias veces en sueños... No dejaban de repetir "to-lu-ca, to-lu-ca"... Eran los zombis layetanos, no hay duda. Ayer descubrí que me estaban pidiendo que fuera al lago Toluca. Esa misma tarde hice una primera aproximación. Y anoche no dejaron de llamarme...

Así que esta mañana, a las 5:40, sonó el despertador, y pese a que ayer por la tarde salí a hacer más de 10 kilómetros, me levanté decidido a acercarme al lago Toluca y descubrir el misterio de los zombis.

Todavía no se me ha ocurrido doblar un día, como hace mi admirado Manuel Binoy. Aunque lo de esta mañana es lo más próximo a haber doblado que he hecho, ya que desde que volví de correr ayer por la tarde hasta que salí esta mañana han pasado menos de 10 horas. La experiencia es muy interesante, me gustaría repetirla más de una vez. Las piernas empiezan cansadas, pero cuando ya se llevan unos cuantos kilómetros el cuerpo comienza a funcionar de nuevo y se van mejorando los tiempos, aunque no he bajado de los 5:00 por kilómetro de media, pero sí en los tramos finales, la carrera de ayer obviamente pesa. Desde luego, si me quedaba algo de mala conciencia por la hamburguesa de ayer, ya es pura historia... :)

Esta mañana fueron algo más de 10 kilómetros, y os enseño primero el mapa para poder explicar mejor lo que me pasó cerca del lago...



Salí decidido a ir al encuentro de los zombis. Ritmo algo lento pero seguro. Sólo una parada en el semáforo que hay al final de la cuesta de Universal Hollywood Dr. Encaro Cahuenga Blvd. Giro a la derecha en Valley Spring Ln. Giro en Navajo rodeando el lago. Un tramo por Forman Av. Y ya por fin en Toluca Lake Ave. Ayer ya descubrí que por esa calle no se podía acceder al lago, así que encaré Clybourn Ave, por donde supuestamente podría cruzarlo, en dirección sur, con el corazón encogido, los nervios a flor de piel y un frío sudor que se apoderó de mí... Llegué al final... Y vaya, había una valla. Primer intento fallido... Volví sobre mis pasos y lo intenté por S Valley St, pero nada, cortado igualmente. Al llegar al final del callejón me sentí observado. No se veía un alma por la zona. Antes sí que me crucé con algún corredor y algún ciclista despistado. Pero en la zona del lago no se veía a nadie por la calle. Las ventanas estaban todas cerradas y con las cortinas bajadas... Pero en varias de ellas noté que había alguien detrás que me observaba fijamente...

Tomé S Rose St con la intención de acercarme al lago desde el Este, pero tampoco hubo suerte. En Franklin Ave, cortada a la altura del lago, una especie de cuervo me sobrevoló dos veces y no dejó de graznar hasta que me fui. Y en Hood Ave pude ver el lago de lejos, a través de una valla que impedía el acceso a él... Lo miré unos segundos... Y cuando me di la vuelta, se me heló la sangre... Una vieja furgoneta blanca, con los cristales oscuros, exactamente el tipo de furgoneta que conducen los zombis en las películas de zombis, estaba en la entrada de la calle... No pude distinguir quién había dentro... Estaba parada con el motor en marcha... Salí corriendo sin mirar hacia donde estaba, vi que los que estaban dentro giraron la cabeza al verme pasar y murmuraron algo, y afortunadamente ahí se quedaron...

Definitivamente, no hay manera de acceder al lago. Sólo pueden hacerlo los habitantes de las casas que lo rodean. Casas preciosas, con banderas americanas, bonitos jardines... Pero habitadas por zombis... Ahora estoy seguro de ello... Me temo que en el lago es donde conservan los restos humanos de los que se alimentan... Por eso está tan protegido... Todavía no sé a qué me enviaron los zombis layetanos al lago Toluca. Mañana es mi último día, debo cumplir mi misión, pero aún no sé cuál es... Espero que esta noche vuelvan a comunicarse conmigo y me lo digan...

Zombis aparte, el entrenamiento me ha dejado muy satisfecho, me he pegado un desayuno de campeonato y ahora me voy a la feria, a ver si bato otro record del mundo... Unas fotos haciendo el Willy con Kinect... :)



Primeras señales de zombis en Los Angeles

Hoy he tenido un día tremendo, normalmente en las ferias el segundo día suele ser el peor, será algo psicológico, será que es el que más dura, será que sabes que te queda otro día por delante, pero la verdad, se hace largo... Hoy además tenía que llegar antes, pues tuve una reunión a primera hora, antes de que empezara el show oficialmente, así que como estoy aquí trabajando y no coleccionando kilómetros de ultramar, esta mañana no salí a correr.

En la feria pude comprobar que no he perdido mi velocidad explosiva, que siempre me ha acompañado desde joven. Recuerdo que en el instituto era el que más corría en las pruebas de velocidad, y que en la mili también fui el más rápido en los 60 metros lisos. Cuando era aún más joven y me levantaba a las seis de la mañana para ir a jugar a baloncesto antes de entrar a trabajar, algunos me llamaban el "pájaro", por lo mucho que saltaba. Creo que desde siempre he tenido potencia en las piernas, y hoy he podido demostrarlo, aunque en una situación algo curiosa...

Estuve probando un juego de Xbox 360, con el nuevo cacharro que van a sacar, el Kinect, que consistía en correr los 100 metros vallas. Casi nada, correr y saltar, estaba contento como un niño... :) Me puse a correr como un loco sin moverme del sitio, y a saltar en cada valla, y los tipos de Microsoft se quedaron flipando cuando vieron el tiempo que hice, dijeron que era el más rápido que habían visto en dos días de feria, incluso en el juego salió mi muñecajo al final con la canción de Carros de fuego y saludando al personal... :)

Lo peor de ese esfuerzo es que lo hice a las dos y media, tras dos horas de cola, habiendo desayunado a las seis y media... Así que tenía un hambre que se me nublaba la vista... Como homenaje a los americanos, me zampé una cheeseburger con patatas fritas, un pedazo de Coca Cola y un Espresso Double Shot del Starbucks... Y tuve mala conciencia toda la tarde por eso...

Así que cuando llegué al hotel, me puse los pantalones cortos, pulsómetro, Forerunner, RunKeeper el roba-kilómetros, y decidí salir a hacer unos kilómetros vespertinos para lavar la mala conciencia de la hamburguesa. Eso sí, antes, dejé un Powerade en la cubitera, con mucho hielo, para reponerme a la vuelta con un Powerade on the rocks...



Repetí la ruta de ayer, aunque haciendo parciales mucho más rápidos, se corre mejor por la tarde, por la mañana apenas da tiempo a cargar los drivers más importantes, pero por la tarde ha habido tiempo para que el cuerpo haya hecho todas las actualizaciones de seguridad, copias de respaldo y defragmentaciones necesarias para estar a tope.

Al pasar cerca del lago Toluca sentí algo extraño... Es una zona húmeda, muy tranquila, demasiado... Apenas veía pasar gente... No se oían los coches del freeway cercano... Sentí algo y no sabía qué era... Tomé el camino de vuelta... Pero como seguía teniendo algo de mala conciencia, y con la tranquilidad de que el punto 8 no haría acto de presencia, decidí dar otra vuelta más cerca del lago.

Esta vez lo noté más claramente... Acostumbrado al layetano de los zombis colomenses, me costó distinguir que unas voces de ultratumba, muy en la distancia, se dirigían a mi en navajo... Apenas logré distinguir algunas palabras sueltas...

ch’il na’ał’o’ii bito’

chąą’

atsiighąą’

Debo investigar qué me intentan decir... Mañana he de volver, he de acercarme más al lago, sé que me quieren decir algo. Ahora empiezo a recordar lo que me pasó el día del viaje interdimensional en el Espíritu Santo... Los zombis repetían sin cesar "to-lu-ca"... Pensaba que era una palabra en layetano... Pero he descubierto que no, en realidad es el nombre de un lago que hay muy cerca de donde estoy... Y me estaban diciendo que debía ir a verlo... El primer día que salí a correr ni me acerqué... Pero el segundo día alargué la ruta hasta pasar cerca del lago, no supe por qué lo hacía, lo hice casi sin darme cuenta... Creo que estoy muy cerca de descubrir el origen de todos los acontecimientos que están pasando con los zombis...

Terminé el recorrido con la subida asesina, saliendo una media bastante maja de 4:42 por minuto, contando la subida demoledora, y sin dejar de pensar en los zombis.

Al final salieron 11,63 kilómetros bastante majos...



Y claro, correr por la noche da hambre... Así que me di un pequeño homenaje con esta ensalada... :)

martes, 15 de junio de 2010

Alargando la ruta de Universal City

Mi ritmo de sueño y comidas ya se ha adaptado a mi nuevo huso horario, pero los intestinos, en especial el grueso, han necesitado algo más de tiempo para alcanzar su biorritmo habitual...

Ayer el punto 8 no hizo acto de presencia, aunque por la noche empezaba a manifestarse. Me fui a dormir pensando que salir hoy por la mañana podía ser arriesgado, ya que el punto 8 acumulado durante un día y medio podría condicionar severamente mi ruta matutina.

Pero como correr no es de cobardes, decidí que merecía la pena correr el riesgo y salir de nuevo a hacer unos kilómetros por la tranquila zona residencial que hay cerca del hotel. Ahora que conozco un poco más la zona, estuve planificando una nueva ruta algo más larga, apunté en un papel los distintos cruces y en que dirección debía tomarlos, me lo metí en el bolsillo junto a la llave, todo ello por supuesto después de una barrita de cereales y una especie de madalena de chocolate que aún me duraba del pack de bienvenida que encontré en la habitación el día que llegué, y salí antes de las seis de la mañana dispuesto a hacer 9,30 kilómetros, diga lo que diga el RunKeeper.


Salí desde la puerta del hotel, ahora que conozco el camino, después de estirar un poco. Me notaba algo cansado, después del viaje, la carrera de ayer, y toda la mañana pateando por el downtown de Los Angeles y por Hollywood. Los primeros kilómetros los hice más o menos a 5:00 de media, mucho más lento de lo habitual. Cuando llevaba tres kilómetros y medio me sonó el iPhone, era mi esposa preguntando si había habido algún terremoto... He leído que ha habido algo por aquí cerca, pero nada del otro mundo. Después de explicar cariñosamente que estaba corriendo, reemprendí la marcha, tras bajar bastante de pulsaciones, y a partir de ese momento el punto 8 empezó a amenazar peligrosamente. Seguí corriendo pero no me atreví a ir muy rápido, opté por seguir por encima de los 5:00, recreándome con el paisaje, y no forzar más de la cuenta para que la amenaza de escape no llegara a producirse.

Hoy sí que me crucé con tres personas corriendo, y otras dos en bicicleta. Una lástima, pues la zona es ideal para correr por las mañana, no hay tráfico, mucho verde por los alrededores, y temperatura ideal.

Llegué a la cuesta de subida al hotel bien de fuerzas, la subí con calma, pero sin dejar de correr. Os dejo dos fotos de las curiosas señales que hay durante la subida...


Afortunadamente no vi ninguno...

Pero ésta es la mejor.


No se ve bien, la cámara del iPhone no da para mucho, pero dice:

CAUTION
13% GRADE AHEAD

Aviso para camioneros y runners... :)

Todavía no he notado presencia zombi... Pero tengo sospechas... Posiblemente mañana descubra algo... Seguramente saldré por la tarde, ya que a primera hora tengo una reunión. Es posible que aquí los zombis de manifiesten por la tarde...

lunes, 14 de junio de 2010

Correr, el mejor remedio para el jet lag

Después de una escala en Zurich, ya que creo que España es el único país europeo desarrollado que no tiene vuelos directos a la costa oeste de Estados Unidos, ayer me embarqué en dirección a Los Ángeles para cruzar el charco y pasar unos días empapándome de lo nuevo que viene este año en videojuegos, mi profesión desde hace ya más de 20 años.

El comandante, muy gracioso él, dijo que debido al viento que había previsto, el viaje iba a ser inusual y especialmente corto, sólo 11 horas y 5 minutos...

Me dio tiempo a leer el artículo de Manuel Robaina en Planeta Running, ¡felicidades Manuel!, leerme las cuarenta páginas de relojes en el catálogo de venta a bordo de Swiss, ver un episodio de Los Simpsons con las voces originales, mucho mejores, y hartarme a comer cosas raras que daban en el avión, siempre intentando no sucumbir a la llamada de Morfeo, algo que se hacía muy complicado cuando mi cuerpo decía que eran las 2 de la madrugada pero mi reloj marcaba las 5 de la tarde...

Llegué bien a Universal City, hablé con la familia y me fui a dormir como un bendito a las 9:30 de la noche, hora de la costa oeste... Las 6:30 de la mañana, hora de mi cabeza...

Es la mejor táctica para empezar con el horario correcto, al menos durante la ida, intentar aguantar sin dormir hasta que llegue la noche oficialmente en el destino. Así lo hice, y hoy me levanté más o menos despejado, listo para salir a correr un poco por los alrededores del hotel. Eso sí que ayuda a superar el jet lag, darse un poco de marcha, desayunar bien, y el primer día ya estoy como si estuviera en casa.

Salí por los alrededores del hotel, en recepción, muy amables, me recomendaron una ruta de 3,6 millas, con pocos semáforos, que alargué un poco dando dos vueltas a la zona central del recorrido y se convirtió en un circuito de 8,76 kilómetros, un poquito más según el RunKeeper.


La ruta empieza cuesta abajo, pues el hotel está en medio de un monte, lo cual no me gusta por aquel viejo dicho de que todo lo que baja, luego sube... Hay que cruzar una vez para situarse al lado de la acera que permite hacer un recorrido sin más semáforos, pero después hay un cruce muy feo con muchos coches y un semáforo poco amigable, donde tuve que esperar un rato (mis pulsaciones así lo indican), y en la segunda vuelta me inventé un desvío para sortearlo. El recorrido es bastante llano, aunque hay una leve pendiente primero descendente y luego ascendente. La zona es muy tranquila, muy bucólica, casas unifamiliares con aspersores funcionando a esa hora, periódicos envueltos en una bolsa de plástico para protegerlos de los aspersores, algún americano paseando al perro y ningún cobarde excepto yo corriendo a esas horas. Después viene lo más divertido, volver a subir al hotel, un desnivel de 40 metros en un tramo de 300, que se hace cuesta arriba, en el sentido literal de la palabra, una rampa de más o menos un 13%. Llegué a 172 ppm, después de haberme mantenido por debajo de 160 toda la ruta. Una ruta bonita, tranquila, pero que se me hizo corta, aunque el primer día no quería pasarme.

Ahora que conozco la zona, estudiaré a ver si puedo buscar una ruta algo más larga. Hay unos montes por aquí cerca que tienen pinta de poderse subir corriendo, intentaré planificar una ruta segura con pocos cruces. ¡Espero conseguirlo!

¡Saludos desde California!

sábado, 12 de junio de 2010

El compañero del viento

Hoy me despido del río Besós, el Turó del Pollo y el Espíritu Santo por unos días. Tengo un viaje de trabajo y me voy mañana, y en mi equipaje no faltará el Forerunner... :) Ya he encontrado alguna ruta interesante en mi destino, espero poder contarlas a partir del lunes.

Hoy me toca estar con maletas, preparando bártulos para el viaje, haciendo la comida y cuidando niños, y por supuesto, ver algún partido del mundial, así que no perdoné que fuera sábado y a las 5:40 ya estaba sonando el despertador.

Como no tengo que salir corriendo al trabajo, me quedé quince minutos de regalo en la cama, que me sentaron bastante bien. Creo que levantarse de un salto y salir a correr condiciona un poco el rendimiento, tomarse un rato para acabar de cargar el kernel, dejar que todos los drivers se alojen correctamente y permitir a nuestro organismo que ejecute tranquilamente los scrips de inicialización hace que estemos más despiertos y rindamos más... :)

Me vestí sin prisas, no renuncié a mi choco banana, y a las 6:27 empecé a correr. Después de unas buenas cuestas ayer, hoy quería hacer mi Besós morning run de 9,45 kilómetros y ver si dándome un poco de caña me salía un buen entrenamiento. La respuesta es que sí, que no salió nada mal, aunque fue una carrera algo extraña...

Empecé con ganas, el primer kilómetro, oficialmente de calentamiento, a 5:09, y luego, ya en el río, noté que literalmente volaba, encadené cuatro kilómetros a 4:33, 4:35, 4:24 y 4:24. Iba como una bala, incluso me pareció ver de reojo que en lo alto del Espíritu Santo había unos zombis haciendo la ola. Nunca había hecho unos kilómetros tan rápido en ayunas, pensaba que tenía un buen día y que levantarme con calma podía ayudar, pero algo raro pasaba...

Y claro que pasaba, ahora entiendo a qué se refería Zapatero cuando decía que la tierra no pertenece a nadie excepto al viento...

Di la vuelta para volver a casa, y entonces me di cuenta del tremendo viento que soplaba, que me había llevado en volandas durante cuatro kilómetros y contra el que ahora tenía que luchar otros tantos... Quise seguir con un buen ritmo, las pulsaciones así lo indican, pero no podía ir más rápido con ese pedazo de viento en contra. 4:33, 4:35, 4:43, 4:42, y los últimos metros a 4:58. Era frustrante intentar ir más rápido y ver que no, que iba más despacio y cada vez me cansaba más. Quizá no tenía que haber luchado de esa manera contra el viento y no fijarme tanto en la velocidad media, habría sido mejor correr al ritmo que llevaba y mantenerlo, pues al final me bajó mucho la media, seguramente porque me esforcé demasiado contra un enemigo difícil de superar. Aún así, me salió una media de 4:37, que creo que es la más rápida que he hecho en ayunas. Noto las piernas un poco cargadas, creo que es quiere decir que he corrido. Merecía la pena intentar hacer un entrenamiento fuerte porque mañana estoy condenado a muchas horas sentado y al jet lag... Pero ya me desquitaré por tierras extrañas.

viernes, 11 de junio de 2010

Buenas sensaciones con las cuestas

Ayer tocó descanso, lástima, me perdí la lluvia matutina... Me encanta correr con lluvia, sobre todo si acaba de empezar a llover y el suelo no está encharcado.

Pero hoy no pudo ser. Tocaba correr, pero no llovía. Después de tres días de correr en llano, tras de la debacle de El Prat, hoy quería subir a ver a los zombis del Espíritu Santo. Cuando empecé a entrenar más días por semana, noté que el día que no entrenaba empezaba a echarlo de menos. Ahora me pasa algo parecido con las cuestas, después de haber empezado a entrenar con cuestas, me queda una extraña sensación de que los días que no las hago parece que no he entrenado de verdad... Pero entiendo que hay que compaginar distintos entrenamientos y regularse un poco, que al tercer día de cuestas las piernas empiezan a pesar.

Hay días que uno sale y se da cuenta inmediatamente de que no es su día... Pero hay otros en los que uno se nota fuerte y sabe desde el primer momento que va a disfrutar mucho corriendo y que le va a salir un entrenamiento de calidad. Hoy me levanté de un salto, me comí mi barrita de choco banana y salí con ganas de subir cuestas. Nada más empezar noté que iba ligero, que las piernas respondían bien y que la cabeza me pedía correr.

Hice la ruta de 10 kilómetros en medio minuto menos que la última vez, pero la gran diferencia es que hice las subidas más rápido y en cambio en las bajadas fui más despacio. Además de darme más caña subiendo, en las 6 vueltas hice los últimos 200 metros aumentando el ritmo. Las pulsaciones se recuperaron bien durante las bajadas, 40 menos al empezar a subir que al empezar a bajar, y los últimos dos kilómetros salieron por debajo de 4:40, después del panzón de cuestas.

Los zombis están últimamente muy tranquilos. Todavía no he conseguido recordar lo que me dijeron el día que me llevaron a su dimensión paralela. Recuerdo que, durante la Cursa de El Corte Inglés, desde el cementerio de Montjuic me llamaban incesantemente y me decían que debía volver al Espíritu Santo. Subí y entonces fue cuando hice mi viaje interdimensional. Me estaban avisando de algo. Y ahora que han pasado unos días, creo que me estaban alertando sobre la carrera de El Prat, probablemente intentaban decirme que tuviera cuidado con esa carrera y que me dosificara bien. Quizá los zombis quieren ayudarme y protegerme de los riesgos que corre el runner novato. Me hacen subir al Espíritu Santo para entrenar cuestas y ganar en fondo y resistencia. Hicieron que me sintiera atraído por el Turó del Pollo para entrenar bien antes de El Corte Inglés... Creo que debo confiar en ellos. Debo volver al Turó del Pollo y escuchar atentamente su mensaje...

miércoles, 9 de junio de 2010

Ahora Strands.com, estoy perdido

Ayer Xavi Lluch me aconsejaba echar un vistazo a www.strands.com, visto lo mucho que me gustan los programas, el cloud computing, las gráficas y estadísticas y la ultraconectividad multiplataforma...

Como soy así de buen alumno, he decidido echarle un vistazo, y he descubierto cosas muy interesantes. Tras probar varias opciones, he visto que el aspecto social lo tienen muy desarrollado, es muy fácil buscar y encontrar gente, estar al tanto de sus actividades, mandarse mensajes, etc. Parece que se han esforzado especialmente en poder traerse usuarios de otras plataformas, y han desarrollado importadores para Garmin, Polar, Suunto, ficheros GPX, e incluso tienen la opción de conectarse a un perfil Nike+, aunque aún no he conseguido saber qué hace. Tengo unas cuántas carreras en Nike+, ¡como pueda recuperarlas sería la leche!

Aún no sé por cuál me decantaré. Para tener las rutas "online", tengo la opción del RunKeeper, Strands o Garmin Connect. Sigo llevando el RunKeeper colgado del brazo, además del Forerunner, como acompañamiento musical, como móvil de emergencia y porque aún no soy capaz de abandonarlo... :) Así que los entrenamientos y carreras los sigo almacenando en runkeeper.com. Si los autores del programa hubieran añadido una opción de importar rutas de otros dispositivos, o al menos de un fichero GPX, podría plantearme usar RunKeeper como mi almacenamiento online oficial, pero al no ser así, queda descartado. Garmin Connect lee los datos de los entrenamientos del Forerunner automáticamente, por algo lo han hecho los mismos. No importa los datos del RunKeeper automáticamente, pero sí que los importa del SportsTracks, que sí que es capaz de importarlos del RunKeeper. Strands.com importa datos del Forerunner, lo bueno es que lo hace de un tirón, si exportamos un fichero TCX del Garmin Training Center, que a su vez se sincroniza automáticamente con el Forerunner, Strands.com lo importa con una sola operación, sin necesidad de hacerlo día a día. Al final, con Garmin Connect y Strands, puedo almacenar todos los entrenamientos del RunKeeper y del Forerunner, así que creo que voy a usar los dos a la vez, intentaré automatizar el proceso de importar datos a ver si lo consigo, y cuando me enfade con alguno de los dos, me decantaré por usar sólo el otro... :)

Para llenar Strands o Garmin Connnect de actividades, hay que levantarse pronto y salir a correr, así que hoy lo hice puntualmente, barrita de choco-banana, estiramientos y a correr. Ayer me quedé un poco disgustado con mi Besós Morning Run, así que hoy decidí repetir. 9 kilómetros y medio que salieron bastante mejor que ayer, los hice en 44:34, un minuto y medio menos que en la víspera, y esta vez sí que fui mejorando la velocidad a cada kilómetro, pese al viento en contra y al punto 8 que una vez más estuvo en nivel rojo los últimos 4 kilómetros. Debido a eso no corrí cómodo, pude haberlo hecho mejor, pero no me quejo.

Esta primavera me tocó llegar a la oficina contando la lluvia que había caído a las 6 de la mañana varias veces, pero hoy ha sido al revés, el día estaba ideal para correr esta mañana, y luego la lluvia nos ha ido jorobando acompañando todo el día. Mañana parece que seguirá lloviendo, y como ya he salido tres días seguidos, me quedaré en casa, lucharé por resistir la tentación de ponerme las zapatillas y salir a ver a mis zombis o recorrer el Besós hasta su desembocadura.

martes, 8 de junio de 2010

Problema de novato con el Forerunner

Hoy me ha pasado una cosa muy rara... He salido cuatro veces a correr con el Forerunner, sabiendo que la bateria da para unas ocho horas, así que no me había preocupado de mirar cuánta me quedaba aún. Normalmente, cuando vuelvo de correr, desactivo el GPS, aunque creo que no es necesario, pues al entrar en modo de reposo el Forerunner no usa el GPS y no debería consumir más batería por eso. Desconecté el GPS los tres primeros días, pero el cuarto no lo hice. Hoy tocaba la quinta salida, me levanté a la hora habitual, me comí mi barrita de choco-banana, y cuando fui a coger el Forerunner, apreté los dos botones para desbloquear el bisel, ¡y va el cacharro y se apaga! Lo encendí y entonces me dijo el cabroncete que ya no le quedaba batería...

Me extraña un poco que en cuatro días se le haya gastado, quizá las primeras recargas duran menos, como cuenta la leyenda que pasa con los móviles. Total, que me quedé sin Forerunner, así que rescaté el RunKeeper y aproveché para hacer un experimento: quería comprobar cuál es la mejor manera de guardar los datos del RunKeeper en el Sports Track y si era posible hacerlo también en el Garmin Connect para tenerlos "online".

Ya había probado una vez a importar en el Garmin Connect el fichero GPX que guarda el RunKeeper, pero no hubo manera. Así que salí a correr con mi viejo RunKeeper, pensando por el camino qué estrategia iba a seguir para guardar mi entrenamiento en el Mac y también en la web de Garmin.

Opté por la ruta llana del Besós dirección mar, pasando lejos del hospital del Espíritu Santo... La ruta de 9,37 kilómetros según el RunKeeper, 9,48 según el Garmin (pasando por el Sports Tracks) fue tranquila, quería hacerla de menos a más y en cuestión de esfuerzo así fue, aunque la velocidad no lo indique, ya que esa ruta es especialmente sensible al viento y durante los 5 kilómetros de vuelta tuve viento fuerte en contra, así que acabé a una media de 4:51 después de tomarme el primer kilómetro con mucha tranquilidad.

No estaba tan cansado como ayer pero tampoco me sentía especialmente suelto. Noté una pequeña molestia en la rodilla derecha, en la parte trasera, que me acompañó durante casi todo el entrenamiento, aunque fue yendo a menos. Mañana volveré a hacer otra ruta llana, a ver qué se cuenta la rodilla, no olvidaré hacer una buena dosis rotaciones de rodilla antes de empezar a correr hasta que éstas dejen de crujir.

Al llegar a casa probé el plan B para conservar los datos de la carrera, que consiste en grabar el fichero GPX desde el RunKeeper, importarlo en el Sports Tracks, modificar la parte del trazado que estaba mal, volver a exportarlo en formato GPX, y ahora sí, ¡importarlo correctamente en el Garmin Connect!

¿Qué quiere decir todo esto? Muy sencillo... Que con lo mucho que me gustan los datos, cifras y gráficas, ahora que me he pasado a Forerunner y Garmin Connect debo hacer algo con mis 1.621 kilómetros de RunKeeper, así que, cuando tenga un rato libre, seleccionaré una por una las 164 actividades que tengo en RunKeeper, grabaré un fichero GPX de cada una, importaré esos ficheros GPX uno a uno en el Sports Tracks, modificaré alguna de las rutas si está especialmente mal, exportaré una a una esas rutas de nuevo en formato GPX, y acabaré importando todos esos ficheros GPX en el Garmin Connect, por supuesto de uno en uno, así no perderé el histórico de este año de carreras y entrenamientos. Ese es el peor escenario... Con un poco de suerte el Sports Tracks podría importar o exportar todos los GPX de un tirón, pero si no, me prepararé para repetir el proceso 164 veces... :?

Ya parece que ha pasado por fin el frío... Ahora vienen los mosquitos... Pero eso será otra historia... Creo que estoy comprendiendo algunas cosas que me pasaron el año pasado, relacionadas con los mosquitos, ahora que estoy descubriendo los planes de los zombis... Pero eso será otra historia...

lunes, 7 de junio de 2010

Moralmente recuperado de Delta Prat

Después de una carrera como la del sábado por la tarde en Delta Prat, que salió bastante peor de lo que me hubiera gustado, no hubo mejor manera de recuperarme anímica y físicamente que continuando el programa de actos y festejos del cuadragésimo aniversario de mi advenimiento, esta vez en forma de comida con mi socio, señoras e hijos, en un restaurante de Santa Coloma que se caracteriza por las desorbitadas raciones de pasta, el peleón Lambrusco Rosso bien frío y los postres de exquisita textura y espectacular aporte calórico.

Bien cierto es que desde siempre me ha gustado mucho comer. Afortunadamente nunca le he hecho ascos al deporte, sino más bien todo lo contrario, y eso ha servido para compatibilizar mis ganas de comer con el hecho de poder seguir pasando por las puertas de casa cómodamente. Cuando dejé de jugar a fútbol comencé a correr muy esporádicamente, y la comida, ingerida en dosis especialmente suculentas sobre todo cuando cocinaba mi esposa, empezaba a dar muestras de querer afectar mi silueta y mi capacidad de movimiento.

Empecé a correr un poco más y tomar duras determinaciones como cenar cada día una ensalada y un yogur Bio Cereales, lo cual estabilizó ligeramente mi aumento de volumen, y como consecuencia colateral, hizo que el punto 8 dejara de ser un problema para mí.

¿Y a qué viene todo esto? Pues a que me he dado cuenta de que ahora que corro con más frecuencia, últimamente tengo un hambre que me muero, sobre todo después de una carrera. El sábado ni se me pasó por la cabeza cenar una ensalada, sino que me comí un donut de chocolate y un plátano del pack de regalos de la carrera, y en casa, tres huevos con jamón y queso, acompañados de tortillas de harina. El domingo también me levanté mordiendo, desayuné dignamente, y al mediodía, me comí medio carpaccio gigante, un plato de pasta para dos personas, parte de la pizza del hijo de mi socio, un postre de infarto, y en casa unas pastitas con el café...

Mi duda es... ¿Es esto normal? ¿Le pasa a todo el mundo? :) Entiendo que las calorías que dice el Forerunner que se consumen deben ser recuperadas, ¿pero tanto?

Después del atracón dominical, hoy me levanté con mala conciencia y ni me pensé dos veces salir a correr. Todavía estaba cansado, lo cierto es que volví molido de El Prat, me pesaban las piernas y tenía agujetas, lo nunca visto después de una 10K. Pero el despertador sonó puntual, y ahí estaba yo, comiendo mi barrita de choco-banana y preparándome para un paseo de ida y vuelta a Montcada, casi 9 kilómetros, empecé despacio, me sentía pesado de piernas y de lo que comí ayer, no quise forzar ni mucho menos, pero fui aumentando el ritmo a cada kilómetro, haciéndolos en 5:37, 5:20, 5:06, 5:00, 4:58, 4:48, 4:36, 4:30 y 4:30. Acabé bien, no estaba cansado, y si el punto 8 no hubiera estado amenazando me habría animado a hacer un par de kilómetros más, pero la llamada de la selva era implacable y después de llegar al primer semáforo peligroso volví a casita andando, bajando los 160 bpm a los que acabé hasta los 110 en un par de minutos.

Buenas sensaciones, mis piernas necesitaban unos kilómetros tranquilos, a ritmo suave, y acabé con ganas de más. No tengo carreras a la vista hasta seguramente finales de junio, espero repetir en Premiá, una carrera muy bonita, por la costa, con un final muy duro, después del cahaparrón de kilómetros y sol, unas rampas asesinas que acaban con la moral de cualquiera. Este año la hacen por la tarde, el 26 de junio a las 19:30. Como somos así de raros, que disfrutamos sufriendo, ahí estaré... ¿Alguien se anima? Estoy pensando en correr en llano estos días, intentar hacer tiras de calidad, buscando un buen ritmo, y darme una buena sesión de cuestas una semana antes de la carrera... ¿Os parece buena idea a los más expertos? ¿Qué me recomendáis? ¡Gracias por anticipado!

sábado, 5 de junio de 2010

10 kilómetros para olvidar...

No, mejor... Para recordarlos mucho tiempo. Tengo que sacar conclusiones de esta carrera. Estas últimas semana iba lanzado, he entrenado mucho, he hecho mi MPP en tres carreras seguidas, y me han salido bien dos carreras con cuestas, obviamente, dentro de mi nivel... :)

Hoy he probado a correr una cursa por la tarde, no ha sido la primera vez, la Sant Silvestre de Barcelona también es una carrera vespertina, pero claro, no es lo mismo diciembre que junio. A las 7 de la tarde ya no hace tanto sol, pero sigue haciendo bastante calor.

No conocía la ruta, pero viendo el mapa de El Prat imaginaba que iba a ser una carrera más bien plana. Y así lo fue. Si no hubiera sido por la temperatura, habría incluso pensado que era una buena ocasión para intentar mejorar marca. Pero ni de lejos... :(

Creo que me precipité enormemente en la salida. Vi que no había alfombra en la salida, así que el tiempo "real" iba a el mismo que el "oficial". Éstos de ChampionChip tendrían que avisar qué carreras organizan sin alfombra de salida... Así que como ya venía entrenado de una salida movida como la de El Corte Inglés, me puse delante e intenté salir a buen ritmo.

Y ahí creo que llegó el error... Me dejé llevar y salí rápido, demasiado rápido para ese calor y para mis posibilidades. Hice el primer kilómetro, según el Forerunner, que al final me marcó 10,16 kilómetros, a 3:43, que realmente fue algo más, ya que desde el primer kilómetro el Forerunner me iba regalando metros. Acabé ese kilómetro a 169 latidos por minuto. Simplemente, un desastre, me quemé en esos 1000 metros, me aceleré y no pude aguantar el resto de la carrera en condiciones. ¿Es que no aprendo?

El segundo kilómetro tambien fue rápido, 3:55. Luego 4:09, 4:15, 4:21, 4:17, 4:16, 4:24, 4:35 y 4:30, y los 160 metros extra que me marcó el Forerunner, 3:29, el último sprint. Habrá que repartir esos 32 segundos que me marca para los 160 metros extra entre los 10 kilómetros, así que imaginaré que hice cada kilómetro a 3 segundos más de media... :( Fui claramente de más a menos, y no me llegó el subidón del final, sino todo lo contrario, perdí mucha velocidad en los últimos kilómetros.

Al final, 43:03, y la versión alternativa después de editarla con RunKeeper, que me da unos parciales muy distintos... He corrido carreras peores, pero últimamente también bastante mejores. Me lo tomaré como un mal día, y sobre todo, como una salida inconsciente y precipitada. Salir una 10K a ritmo de series no me parece inteligente. Lo ha pagado caro, y espero no volver a repetirlo.

Con estos calores creo que la ocasión es ideal para probar, de una vez, a correr con cabeza y salir pensando que vienen 10 kilómetros por delante. A ver si el Isidro es el único animal que tropieza 10 veces con la misma piedra... :)

viernes, 4 de junio de 2010

And the winner is... Forerunner!

Las gráficas y las estadísticas siempre me han gustado... En especial, esa estadística que dice que si yo me como un pollo y tú te quedas mirando, cada uno nos hemos comido medio pollo.

El RunKeeper me abrió un gran abanico de posibilidades para estudiar datos, estadísticas y mapas de mis carreras. No puedo negar que eso fue una motivación espectacular para mí.

Últimamente el RunKeeper me estaba dando demasiados dolores de cabeza. El GPS distaba de ser preciso en algunas rutas, sobre todo la de los zombis. Echaba mucho de menos un monitor de frecuencia cardíaca, algo imposible con el iPhone. Y no poder tener una referencia constante de mi paso, sino que enterarme de cómo había ido cada kilómetro, hacía que el RunKeeper empezara a quedarse pequeño.

Gracias a muchos foreros descubrí el Forerunner, especialmente por Óscar, que me tenía intrigado con su coletilla de cada post con los "Datos medios del fore:"... :)

He salido apenas dos días con el Forerunner 405CX, y ya puedo declarar prácticamente jubilado al RunKeeper. Como soy así de paranoico, aún lo llevaré en el otro brazo unos días, aunque sea como reproductor de música, y para convencerme de que el Forerunner es mucho más preciso.

Gracias al Forerunner y a los amigos foreros que me lo han descubierto, ahora uso además el SportsTracks, que es un programa tremendo para seguir los datos de las carreras. Importa perfectamente los datos del Forerunner y el RunKeeper, y se pueden sacar unas gráficas para quedarse horas mirándolas y sacando conclusiones... Me encantan las de velocidad / pendiente, creo que son las más importantes. Si a ello le añadimos el ritmo cardíaco, ya lo bordamos. Como ejemplo, un botón... Son gráficas con datos del RunKeeper, así que no tienen bpm, pero sí que he podido hacer la gráfica de velocidad / pendiente.




10K de Sant Quirze. Como podemos ver, entre el kilómetro 6 y el 7, con una pendiente menor a la que había al acabar el 5, perdí mucha velocidad. Una segunda pendiente después de una anterior, sin haber recuperado bien, es mortífera. Esa misma cuesta, cinco kilómetros antes, la coroné a 4:15, y en la segunda vuelta, a 4:50...




10K de Montmeló. Una vez más, entre el 6 y el 7 no doy la talla... Esa misma cuesta, al empezar la carrera, la coroné a 4:20, y unos kilómetros después, a 4:45. En cambio, la que venía después, en el kilómetro 8, la acabé a 4:26, sólo un par de segundos por kilómetro más despacio que en la primera vuelta. Claramente, la perspectiva de hacer marca me dio alas. He de aprender a controlar ese ímpetu final, y sacarlo en cada carrera!




Subida al Turó del Pollo. Llegué a lo alto del Turó andando, no se podía correr, eran unas escaleras infernales... La gráfica se la velocidad sale de la cuadrícula por lenta... :) Atención a las rampas del 10% a partir del kilómetro 3, y la bajada endemoniada con pendiente del -12%. No sé si me atrevería a subir por ahí otro día en vez de bajar...




11K de El Corte Inglés. La subidita del 8% en el kilómetro 5 la hice diganamente, coronando a 5:20. Pero la que venía después, en el kilómetro 6,5, de apenas un 1 ó 2%, la pagué cara, a 4:49. Quizá me desfondé mucho en la anterior. Empiezo a ver un patrón, cuando subo a un ritmo demasiado fuerte, la siguiente subida me mata. Hay que controlarse...

Qué bien me lo paso con las gráficas... :) El sábado por la tarde iré a los 10K de Delta Prat con la intención de darlo todo. A ver qué gráfica me sale.

Aún me queda alguna duda con el Forerunner... ¿Me podéis echar un cable los que lleváis más tiempo con él? :)

Teóricamente tiene batería para 8 horas. ¿Avisa correctamente cuando se está acabando y de cuánto queda, o hay que hacerlo de memoria e irla cargando una vez por semana o cada diez días?

El Garmin Connect tampoco está mal... ¿Sabéis si se pueden editar las rutas desde connect.garmin.com?

¿Habéis usado las bandas de tela para el reloj o siempre corréis con la cadena de plástico?

¿En las competiciones, corréis con la cinta en el pecho? ¿No os molesta un poco?

Y si queréis preguntarme algo a mí, responderé con gusto si lo sé... :)

jueves, 3 de junio de 2010

Forerunner vs RunKeeper, capítulo 2

Hoy tocaba poner a prueba el Forerunner en el hábitat natural de los zombis... Esa ruta solía ser vilmente destrozada por el RunKeeper, haciendo prácticamente imposible estudiar mi rendimiento en esas condiciones.

Volví a las andadas, y esta mañana, a las 6 y pocos minutos, ya tenía enfundado el RunKeeper en el brazo derecho y el Forerunner en la muñeca izquierda, dispuesto a probar la opción de Auto Lap manual del Garmin. Según el manual, se pueden marcar los parciales que queremos que use el Forerunner para sus estadísticas, apretando un botón cada vez que queremos marcar un sector, con el añadido de que el Forerunner memoriza en qué coordenadas hemos apretado el botón y al volver a pasar por ellas nos vuelve a contar otro parcial. Tenía mis dudas sobre si sería lo suficientemente preciso, sobre todo porque quería marcar uno de los parciales justo donde doy una vuelta de 180 grados, con lo malo que es eso para los GPS...

Y comenzó la prueba... Quise calcular a qué velocidad hacía el primer kilometro, así que le di al botón mágico aún en el paseo fluvial del Besós, marcando 5:21. Otro kilómetro plano a 4:51, y comenzó la subida, y la posibilidad de empezar a ver cómo variaba mi velocidad y pulsaciones.

640 metros con un desnivel de 21, a una media de 5:25. Luego una parte divertida, 500 metros con un desnivel de 25, a 5:45. Y en ese punto es donde empiezan mis 6 vueltas, subiendo por el hospital nuevo, llegando a lo alto del Puig Fred, donde están las ruinas del viejo, y bajando por la antigua carretera que subía al viejo hospital. La subida es de unos 450 metros, con un desnivel aproximado de 30 metros, si las matemáticas no me fallan, un 6,6% de pendiente. Esas subidas la he hecho más o menos a un ritmo de entre 5:45 y 5:57, mientras las bajadas las hacía a prácticamente 5:00. A lo más alto de la cuesta llegaba a 163 lpm, mientras en el punto más bajo estaba a unos 134.

Después de las 6 vueltas, ya todo era cuesta abajo, mantuve una media de más o menos 4:50, y las pulsaciones fueron aumentando hasta acabar a 163. Vi que recuperé hasta las 115 en un par de minutos, esperando semáforos, que me asustan mucho los coches, y volvía trotando a 140 más o menos.

Parece obvio que me encantan los números, las estadísticas, y buscarles una explicación a amabas cosas... :) Así que me lo he pasado pipa viendo esta gráfica durante un buen rato... :)





Como el sábado por la tarde correré en El Prat, no quería esforzarme más de la cuenta. También tenía curiosidad por ver en qué cifras me muevo, en cuanto a pulsaciones y velocidad, haciendo esta ruta a un ritmo tranquilo, para comparar estos datos con los que obtenga cuando me dé más caña.

Iba tan atento al Forerunner que no presté mucha atención a los alrededores del hospital. No me pareció ver actividad zombi... Pero hubo un momento en el que el corazón me dio un vuelco. Llegando a lo alto del hospital, reconocí en la distancia el chaleco amarillo de los empleados de limpieza. Pensé que mis sospechas podían ser infundadas, y que a los dos señores que vi hace unos días no les pasó nada con los zombis... Pero inmediatamente me cambió el semblante... El otro día eran dos... Hoy sólo había uno... Andaba en mi misma dirección, de espaldas a mí... A esas horas de la mañana, casi todo el mundo con el que me cruzo se gira cuando me oye, no es normal encontrar a alguien corriendo, con el sonido de las pisadas y el clinc de las llaves en el bolsillo... Pero el hombre con el chaleco amarillo... Si realmente era humano... No se giró en ningún momento... Llevaba además un rastrillo metálico muy sospechoso, de esos que salen en las pelis de zombis, que usan para cultivar humanos... Leed esto si no lo habéis visto nunca... El hombre se fue por la primera calle que pudo, sin girar la cabeza... Y yo me asusté pensando en su compañero...

miércoles, 2 de junio de 2010

Forerunner vs RunKeeper, capítulo 1

Hoy me he levantado como un niño con zapatos nuevos... Bueno... Como un runner con Forerunner nuevo... :) La larga espera ha merecido la pena, ayer llegó mi Garmin, comprado en eBay con un ahorro de 100€, gracias a los consejos que leí en uno de los blogs que visito regularmente. Me encanta este ambientillo de camaradería, de consejos, de ayuda, que se respira en todos los blogs de runners que visito. Espero poder aportar también mi granito de arena, así voy a compartir mis primeras experiencias con el Forerunner 405CX en comparación con el RunKeeper. Éste último lo llevo usando casi un año y el Forerunner un día, pero ya puedo sacar mis primeras conclusiones.

El RunKeeper es un programa para iPhone que, aprovechando el GPS que viene incorporado en el teléfono, nos permite guardar las rutas que hacemos, calculando distancia, tiempo y velocidad. Permite que esa ruta se suba a la página de RunKeeper.com inmediatamente, aprovechando que el iPhone está siempre conectado a internet. Se le pueden programar entrenamientos basados en combinaciones de tiempo y distancia, perfecto para hacer series, y también ponerle un ritmo a seguir en minutos por kilómetro, de manera que nos puede ir indicando en tiempo real si vamos por delante o por detrás de ese ritmo.

El Forerunner en cambio es un cronómetro, con GPS incorporado, que además permite recibir datos de un monitor de frecuencia cardíaca e incluso de un podómetro (que por más que he buscado parece que no viene en el paquete...). Permite también guardar las rutas que hagamos, en el propio teléfono, y luego sincronizarlas en el ordenador y guardarlas en un programa, o aún mejor, en la página de connect.garmin.com, para luego poder consultarlas.

A grandes rasgos hacen algo muy parecido, pero los pequeños detalles pueden marcar la diferencia. Éstas son mis primeras impresiones:

El Forerunner es muy cómodo de llevar, en cambio, el RunKeeper es un poco aparatoso.

El RunKeeper permite escuchar música mientras se corre y hasta recibir llamadas de teléfono. El día que nevó en Barcelona este año, yo estaba en San Francisco, corriendo a las 6:30 de la mañana, ¡y a mitad de una cuesta infernal me llamó mi esposa para contarme que estaba nevando! Vaya manera de enterarse de la noticia... :)

El Forerunner proporciona información en directo, en tiempo real, muy precisa y fácil de consultar visualmente. Permite incluso programar que se vea el tiempo, velocidad y distancia, y el ritmo cardíaco, cambiando cada cierto tiempo de una a otra pantalla. El RunKeeper "dice" esa información cada kilómetro, o si pegas un golpe al teléfono. Aunque normalmente se usa con la pantalla apagada para ahorrar batería, y entonces no "canta" si le pegas...

El ritmo cardíaco es una información esencial para controlar los entrenamientos... Antes corría con un pulsómetro Polar de los más sencillos y el iPhone. Pero no podía tener los datos de pulsaciones y velocidad a la vez en la página de RunKeeper. En cambio, poder recopilar esta información con el Forerunner es impresionante.

El RunKeeper es bastante preciso en trayectos rectos, pero cuando hay giros, especialmente de 180 grados, pierde mucha precisión. Permite editar las rutas una vez que se han subido a la página de RunKeeper, pero al editarlas para que se aproximen a la realidad, la gráfica de velocidad queda muy adulterada. Forerunner es mucho más preciso, aunque cuando paso por debajo de un puente se confunde un poco...

Hoy he salido con los dos a la vez... En un brazo el RunKeeper, y en el otro el Forerunner. Con el RunKeeper siempre tenía que ajustar manualmente el primer kilómetro, durante el que hacía un giro de 90 grados y dos de 180. Ese primer kilómetro casi siempre me lo cantaba a entre 5:40 y 6:00 minutos por kilómetro. En cambio, hoy el Forerunner me lo cantó a 5:09 sin inmutarse.

Poder ver los datos de velocidad en tiempo real no tiene precio, especialmente si son fiables... Es mucho más fácil ver cuándo algo nos está afectando. Hoy noté de inmediato que, al hacer un giro de 180 grados, me cuesta volver a coger el ritmo que llevaba, he perdido 10 segundos en el kilómetro posterior al lugar donde doy la vuelta. Incluso se puede ver que un tramo en el que el viento en contra es prácticamente frontal la velocidad media me baja de repente otros 10 segundos por kilómetro. Y si uno es amante de la información precisa como yo, el Forerunner no tiene rival. Me encanta ver cómo va diciendo la intensidad de la señal que obtiene de cada satélite GPS que va detectando... :)

La ruta de hoy bien, tranquila. El primer kilómetro me lo tomé con calma, y el resto los hice bastante regularmente, excepto la media vuelta y el tramo con viento frontal en contra. Ir mirando la velocidad media en el Forerunner la verdad es que anima y ayuda a dosificarse. Las pulsaciones controladas, subiendo muy poco a poco hasta el final. Acabé a 173, y en un par de minutos había bajado a 115, después de parar el cronómetro e ir andando. Trotando hasta casa me puse otra vez a 140. Creo que el RunKeeper tiene los días contados, me encanta recopilar tanta información... :)

Datos del Forerunner vs datos del RunKeeper.

Por ahora estoy guardando los datos en connect.garmin.com. He probado el Garmin Training Center para Mac, pero no me convence. Me habéis hablado muy bien del Sports Tracks. Lástima que no esté para Mac... Lo he probado con VMware y no va mal... ¿Qué hacéis con él, importáis directamente los datos desde el Forerunner o los mandáis a connect.garmin.com y luego los grabáis y los importáis al Sports Tracks?

Mañana tengo intención de hacer la ruta de los zombis con los dos cacharros. Con el RunKeeper la tengo que editar bastante, son muchos giros y me quita muchos metros... Probaré la opción de Forerunner de marcar los puntos de referencia manualmente, intentaré que me diga la velocidad, distancia y pulsaciones durante las subidas y las bajadas al Espíritu Santo por separado, a ver qué tal, y a ver si me da la distancia bien a la primera.

Hoy los zombis no se manifestaron... Corrí lejos del hospital... Veía el Turó del Pollo a mucha distancia... Sigo sin recordar qué me dijeron... Pero empiezo a tener flashes de algunas imágenes con ellos...

martes, 1 de junio de 2010

¡Ya tengo mi Garmin!

A los que ya lo tenéis... Imagino que es normal que se quede esta cara al recibirlo, ¿no? :)



Hoy voy a leerme el manual, cosa poco habitual en mí, instalar el software, compatible para Mac, oh, milagro, y después de cargarlo adecuadamente mañana lo estrenaré...

Pero antes debo contar mi experiencia de esta mañana... Este asunto de los zombis está empezando a asustarme...

Después de una carrera suelo tomarme un día de descanso, creo que es una buena práctica, sobre todo si se han castigado las piernas con una buena subida. El lunes lo aproveché para dar descanso a mi cuerpo y de paso acabar de asimilar las cervezas, vino y caipirinhas del día anterior. Habría sido arriesgado salir a correr con ese combustible todavía en vena...

Pero hoy no había excusa, despertador a las 5:40, y a las 6:10 ya estaba corriendo. No me notaba especialmente ligero ni fuerte, más bien algo pesado y ligeramente cansado. Pero salí hacia la ruta de los zombis. Sentía su llamada más intensamente que nunca. La Cursa de El Corte Inglés pasaba por delante de un cementerio. Ahí noté también una presencia... Una voces me decían "vuelve al Espíritu Santo, vuelve, vuelveeee...". Y hoy volví...

Estaba nervioso. Incluso me equivoqué de salida, empecé a subir una salida antes de cruzar el puente del Potosí, pero reaccioné a tiempo, volví sobre mis pasos y enfilé la ruta correcta.

Di las seis vueltas de rigor al hospital. Con la primera ya noté que no iba tan ligero como otros días, aunque pude hacer un sprint al final. La segunda también. La tercera costó más, no tuve fuerzas para apretar el final, pero decidí que en las tres últimas había que hacer un esfuerzo mayor. Bien la cuarta, cambiando de ritmo a unos 100 metros del final, la quinta al sprint unos 150 metros antes de coronar la subida, y la última fuerte desde el principio, completando toda la subida a buen ritmo y apretando al máximo los últimos 200 metros.

Todo se desarrolló con mucha tranquilidad. No noté presencia zombi, ni vi gente sospechosa en la calle. Por unos momentos pensé que la amenaza había acabado, que con el verano ellos volverían a sus cavernas bajo tierra y nos dejarían tranquilos unos meses...

Tomé el camino de vuelta a casa... Crucé la rotonda, y me dirigí cuesta abajo, aguantando el paso sin forzar demasiado las articulaciones... Entonces noté algo... Quiero que lo veáis vosotros mismos...



Ahí lo tenéis. Cuando comenzó la bajada, noté algo, una sensación de que el tiempo pasaba más despacio, como si mi cuerpo y mi cabeza se separasen... Estuve así unos segundos... De repente, el RunKeeper me dijo que había recorrido 1 kilómetro en 7 segundos... Cualquiera lo habría achacado a un error del GPS... Pero no es así...

Sé que estuve en algún sitio. Todo era muy oscuro. Tengo vagos recuerdos. Había zombis, lo sé. Muchos. Me dijeron algo, sobre mi misión, sobre lo que va a pasar. Sus voces eran roncas y sonaban cansadas. Me hablaban en layetano, pero uno de ellos me traducía todo al castellano. Me cuesta recordar lo que me dijeron. No intentaron atacarme. No sé si me hicieron algo que no noté. Lo siguiente que recuerdo es seguir corriendo, con ese pequeño aturdimiento, el RunKeeper diciéndome que había hecho otro kilómetro en 2:47 y uno más en 30 segundos. Eso me indica que probablemente viajé a una dimensión paralela, donde están todos los zombis. El GPS perdió mi señal y se volvió loco. Al retornar de esa dimensión paralela de los zombis, el GPS recobró mi posición y fue capaz de señalar la ruta correcta hacia casa. Pero en ese tramo, al acabar la sexta vuelta, pasó algo... La única constancia de ese hecho son los datos incoherentes del GPS y mi vago recuerdo. Creo que ellos me hicieron cruzar a la otra dimensión, donde están todos esperando el momento de actuar. También estoy bastante convencido de que hay dos puertas de entrada a esa dimensión, una en el Espíritu Santo y otro en la cima del Turó del Pollo. De ahí esa atracción que tengo hacia esos dos lugares.

Debo intentar recordar qué me dijeron. Sé que era muy importante...

Mañana no pasaré cerca de ellos. Creo que me vendrá bien una ruta más plana y tranquila, el sábado correré por la tarde la Delta Prat, al no haber llegado a tiempo para inscribirme a la de Pineda. ¡Espero que os vaya muy bien a los que iréis a Pineda! Yo probaré a ver qué tal se me da correr por la tarde...

Y averiguaré si hay presencia zombi en El Prat...