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viernes, 29 de abril de 2011

Vuelven las series

Después de un entrenamiento tan normal como el de ayer, hoy pensé que era una buena oportunidad para volver a saborear la dureza de las series madrugadoras. Amigos que han preparado una 10K muy en serio me comentaron que el ritmo al que se corren unas series es una buena referencia para saber la marca que se puede conseguir.

Sin llegar a ser para mí una referencia 100% exacta, sí que quería hacerme unas 6x1000 para compararlas con las que hacía cuando estaba a tope, y así quizá sí que me podrían servir de referencia para algo.

Ya pensaré para qué, el caso es que hoy apetecían series, y luego ya sacaré conclusiones de según hayan ido.

A las 5:50 ya había estirado y estaba listo para salir, después de la primera sorpresa del día... Ayer cayó la madre de todos los chaparrones en Barcelona, en quince minutos cayeron unos trescientos millones de litros por metro cuadrado, se inundaron varios locales, los bomberos no pararon, pero la lluvia sí que paró un poco más tarde y no parecía que hoy tocara mojarse. Pero sí, ahí estaba esperando, una ligera llovizna que no molestaba mucho pero sí ayudaba a que el ambiente estuviera muy fresco.

Dudé en subir a por la gorra y hasta los guantes, pero ya que estaba en la calle y los GPS habían empezado a buscar algún satélite descarriado con el que conectar, decidí mojarme un poco.

Plan para las series. Calentar 3 kilómetros, y luego 6x1000, alternando una con viento a favor y otra con viento en contra. Para no ponerme mucha presión, no miré los tiempos de las últimas 6x1000 que hice, ¡y a correr!

Calentamiento suave, 3 kilómetros a 5:37. Y las series... Las odiadas y queridas series. Las impares con viento a favor, las pares en contra, con un minuto de descanso caminando. ¡Ahí van!

1 - 4:18 (viento a favor, aún dormido, cogiendo el ritmo)
2 - 4:24 (viento en contra, más despierto, corriendo un poco más cómodo)
3 - 4:05 (viento a favor, esto ya suena mejor)
4 - 4:18 (viento en contra, mejorando un poco, empiezo a sentirme cansado)
5 - 4:05 (viento a favor, me cuesta igualar el ritmo de la anterior, muy cansado, noto que no recupero igual que antes)
6 - 4:25 (viento en contra, desde que empiezo veo que no doy para más, estoy reventado...)

Unos minutos más a ritmo suave, 5:20, y a casa, misión cumplida. Me gustó rozar los 4:00, pero no me gustó llegar tan justo a la última. Bueno, justo no, simplemente desplumado...

Ya en casa, estudiando los datos del Forerunner, veo que en comparación con otros días, las series más rápidas no han estado mal, 4:00 segundos arriba o segundos abajo es lo máximo a lo que llego. Sólo he hecho series de madrugada por debajo de 4:00 después de la maratón del Mediterrani, en plena supercompensación, y cinco días después hacía mi mejor marca en 10K, está claro que como referencia es un dato. Estoy a unos siete u ocho segundos de mis series más rápidas, y todavía lejos de hacer 6x1000 en progresión y aguantando entero. Pero el camino es ése, no llegué ahí en dos días y uno se hace mayor y después de un parón cuesta más llegar, pero espero volver a esos ritmos pronto.

Lo que también he visto es que no me cuesta tanto recuperar las pulsaciones en los descansos, buena señal.

Creo que si combino cuestas con tiradas más cortas y series, sin abusar de ninguna de esas tres cosas, puedo trabajar la potencia y la velocidad, y mejorando la pisada, a ver si vuelvo a ver esos 39 y pico en 10K. Que a falta de maratones hasta otoño, son un interesante reto...

jueves, 28 de abril de 2011

Entrenamiento normal

Hoy me he levantado a mi hora normal, después de una noche de lo más normal. Me he hecho mi café, ni muy frío ni muy caliente, normal, con mis dos galletas, lo normal.

Me he puesto la ropa normal de correr, el punto 8 no ha sido ni mucho ni poco, ha sido normal.

En la calle la temperatura era la normal en esta época del año...

He empezado calentando a un ritmo normal, en dirección a Montacada, el viento soplaba en contra, como es normal a estas horas.

Hasta dar la vuelta, todo normal, ritmos y pulsaciones normales.

Al dar la vuelta, lo normal, mejorando un poco los ritmos a una velocidad normal.

9,19 kilómetros, la distancia normal, a 5:13, un ritmo normal para unas pulsaciones medias de 151bpm, normales a estas horas.

En definitiva, un entrenamiento normal.

Pero que me ha sabido a gloria.

martes, 26 de abril de 2011

Early bird

Se acabó lo que se daba. Las comilonas, los entrenamientos por montaña en Masnou, los ataques al Turó del Pollo, los partidos de fútbol en casa con mis cachorros... Vuelta a la normalidad, y ya sabéis, para mí la normalidad significa que el despertador suene a las 4:55am y no más tarde de las 6:00am estar ya corriendo con dos galletas y un café en el cuerpo.

Estos días me han servido para medir un poco mi estado de forma actual, después del bajón tras la maratón de Barcelona. No creo que se haya tratado de un caso grave de sobreentrenamiento, como nos explica magistralmente Gonzalo en su blog Sosaku Runner. Aunque sí que creo que he podido estar muy cerca, tras casi dos años seguidos sin parar apenas de entrenar 5 días a la semana, correr dos maratones en cuatro meses y empacharme de medias maratones y carreras de 10K, buscando siempre ir a cuchillo en todas ellas. Después de Barcelona coincidieron las molestias de la condropatía rotuliana y algo de cansancio psicológico junto a lo que parecían los síntomas previos al sobreentrenamiento, paré tres semanas, y volví a la carga con nuevos objetivos, entre ellos cambiar mi pisada, tomarme las carreras con una ambición distinta y darle un poco de montaña al cuerpo.

Me he sentido bien, estoy saboreando las ventajas de una pisada más eficiente, me he acostumbrado a convivir con las molestias de la condropatía y la montaña me ha regalado unos entrenamientos espectaculares. Además, he podido salir a horas normales y he visto cómo cambia el rendimiento...

Pero se acabó. Intentaré durante los fines de semana salir a correr en horario humano, pero entre semana vuelven los entrenamientos Early Bird. Tampoco era cuestión de alargarlo más de la cuenta... Anteayer me salió un progresivo que me encantó, ayer la ascensión al Turó del Pollo por la cara oeste fue de lujo, y hoy tocaba una salida suave, para recuperar un poco. Despertador puntual, salgo de la cama, y se acabaron las vacaciones...

Empecé a correr muy tranquilo, hay días que se nota inmediatamente que la maquinaria está un poco más pesada y que no va a rendir como de costumbre. Algo tendrá que ver la hora y el esfuerzo de los días anteriores... Primeros cuatro kilómetros en dirección a Montcada a ritmos entre 5:28 y 5:40, sin pasar de 146bpm... Y yo ayer casi reñía a Manu porque en su entrenamiento hizo los primeros 5 kilómetros por debajo de 150 pulsaciones... :) El viento también soplaba fuerte, el punto 8 amenazaba, poco pero amenazaba, y no dieron para mucho más esos primeros kilómetros.

Media vuelta después de pasar por la flecha y esta vez no seguirla, el ritmo mejora algo con el viento a favor, 5:21 y las pulsaciones igual, por debajo de 150, empiezo a sentirme algo más suelto y despierto, sube el ritmo cardíaco un poco por encima de 150bpm y hago los siguientes kilómetros a 4:59, 4:48 y 4:55, bien, me gustan esos ritmos a esas pulsaciones, me animo un poco, sólo un poco más y completo los últimos 300 metros a 4:48 sin llegar a las 160 pulsaciones.

Me quedo con el resumen; 9,28 kilómetros a 5:16 de media, de madrugada, y a 146 pulsaciones.

Trámite cumplido, me sentó bien correr suave para descargar un poco el esfuerzo de los días anteriores, y para volver a la oficina con las pilas puestas. Mañana descanso, y capítulo de Fringe. Se está poniendo emocionante, y ahora que la cuarta temporada está garantizada, habrá que ver cómo se despide la tercera, que ya quedan pocos capítulos. Hay que estar zumbado, levantarse a las 5:00am para correr, y el día que toca descansar, levantarse sólo media hora más tarde para ver Fringe... ;)

lunes, 25 de abril de 2011

Siguiendo la flecha

Ayer me salió un bonito entrenamiento progresivo... Y después hice un progresivo de comida que me dejó KO... :)





Se puede apreciar el pan con tomaca, las botellas de Protos, las bandejas de callos, la ensaladilla, el cazón adobado, y en la bandeja de carne recién salida de la parrilla se distinguen las butifarras, la chistorra, las costillitas adobadas, el pollo y la carne de pincho. Durante la cuidadosa preparación cayeron tres cervezas y un fuet, con un par de cigarritos para que todo bajara mejor. Y luego venía la mona de pascua y sus consiguientes figuritas de chocolate. Un café y un whisky, que sin otro par de cigarritos no saben igual, acabaron de aposentar el estómago...

Así que hoy tocaba penitencia. Ayer no cené, hoy desayuné ligero, y sin haberlo planeado mucho, tocaba salir a quemar alguna de las pocas calorías extras que me metí ayer en el cuerpo. Dudaba entre una tirada suave de recuperación de la comilona, pero a medida que se acercaba el momento de salir la conciencia me decía que había que hacer algo un poco más trabajado.

Primera decisión. A lucir camiseta de la maratón de Barcelona. ¿Qué es eso de tenerla guardada aún en la bolsa? Pues nada, a sacarla de paseo. Segunda decisión, las Brooks Cascadia aún se ven muy limpias, vamos a sacarlas de paseo también. Tercera decisión. Hace unos días que me he fijado en una curiosa señal en la ruta del río, que indica "Parc de la Serralada Litoral" en dirección a un caminito de tierra... En Google Earth se intuye que puede llevar a algún sitio interesante. Así que, no veo mejor día que hoy para investigar un poco...

Ahora sí, con un plan, salgo a la calle. Otro día fresco, con nubes, aunque pude ver algún rayo de sol durante el camino. Salgo muy suave, por el río, calentando, sabiendo que no llevo el calzado ideal para el asfalto, así que hago con toda la tranquilidad del mundo los cuatro kilómetros fluviales a ritmos entre los 5:38 del primero y 5:09 a 5:12 los otros tres.

Llego a la flecha... Y sigo la flecha...

Unos metros de camino de tierra que transcurren al lado de la depuradora del Besós. Sabía que tarde o temprano la temida Carretera de la Roca aparecería en mi camino... No sé si iba a ser lo suficientemente fuerte para enfrentarme a ella... Si daría media vuelta y volvería sobre mis pasos...

Entre la vegetación, se vislumbra el primer coche. Ahí está la carretera y esos horribles vehículos de dos, cuatro o más ruedas... Me acerco... Y de repente......... Veo que hay una pequeña desviación al lado izquierdo. El camino baja... Y parece desaparecer por debajo de la carretera... ¡Sí! ¡Un paso subterráneo! No me lo podía creer... Había una especie de arroyo o riachuelo, sólo era necesario pisar un terreno ligeramente húmedo, y el paso al otro lado de la carretera estaba garantizado con la máxima seguridad.

Pasado lo más difícil, ya sólo era cuestión de adentrarse en la montaña, Google Earth decía que era cuestión de seguir más o menos recto, y llegaría al Turó del Pollo. Tras cruzar otro arroyuelo, salí a una pista forestal bastante ancha, tomé la dirección que creía correcta, y cuando aparecí de nuevo al lado de la Carretera de la Roca volví sobre mis pasos. Segundo intento, sigo la pista por el lado correcto, y comienza la subida. Llevo 5,4 kilómetros, todo llano, primeras rampas, y entonces empieza lo divertido.

El Turó del Pollo tiene una altura de 303 metros. Por la ruta este se suben en unos cinco kilómetros. Pero a ojo, subirlo por el lado oeste suponía ascender esos 303 metros en poco más de dos kilómetros. Pues a ojo, una pendiente de más del 15%...

Ya había subido por pista el martes pasado. Y hoy tocaba sendero, el GR-92 para ser más exactos, que atraviesa toda Cataluña de norte a sur siguiendo la costa. Nace en Portbou en el Alt Empordà y llega hasta Pont l'Olivar a Ulldecona, comarca del Montsià. Y le pilla de camino el Turó del Pollo... :)

Desde el kilómetro 5,4 hasta el 6,4 la subida es simplemente una brutalidad. Google Earth, que no engaña, calcula una pendiente media del 18,5%. Simplemente, no se puede subir corriendo. Empecé corriendo despacio, pero llegó un momento en el que tuve que subir andando, apartando vegetación y degustando variadas especies de insectos que no me había tragado antes.

Algo más de un kilómetro rodeando el Turó, no llegué a subir hasta el poblado, que estaba lleno de domingueros gente interesada en la cultura íbera, y llegué al camino que normalmente tomo de ida para tomarlo esta vez de vuelta.

Estas salidas por la montaña son buenas para fortalecer la musculatura de las piernas, pero peligrosas si en las bajadas hacemos el burro. Así que me tomé la bajada con calma, cuidando las articulaciones, sin hacer el animal, y relajando la musculatura después del castigo de la subida.

Volví a la civilización una hora después de salir, tuve que pararme por primera vez en un semáforo en el kilómetro 11,4, y seguí bajando hasta casa contento con el nuevo descubrimiento. El entrenamiento me gustó mucho, llegué a casa con las piernas calentitas y muerto de sed, con mi camiseta de la Maratón de Barcelona 2011 empapada y ahora sí, muerto de hambre pese a los excesos de ayer.


Repetiré, seguro. Intentaré convencer a Manu de que incluyamos este tramo en la ruta Masnou - Santa Coloma por la Serralada Litoral que estamos preparando... :)

domingo, 24 de abril de 2011

Vuelta al llano, otro progresivo

Después de la subidita del viernes, ayer me tomé un inmerecido descanso, bueno, descanso de running, porque la actividad deportiva consistió en ir cargando un rato a mi cachorro pequeño en la inevitable visita a la feria del libro, digo inevitable porque, teniendo dos cachorros de dos y siete años, la presencia en la feria del mismo Geronimo Stilton en persona para firmar libros habría hecho imposible plantear siquiera la posibilidad de no acercarnos...

Hoy, con las piernas más descansadas, salí de nuevo a un horario humano, a las 10:33am ya estaba en marcha. La idea era hacer una tirada un poco más larga que las últimas e intentar llevar un buen ritmo a pulsaciones razonables, y si salía en progresivo, pues entonces entrenamiento redondo.

Además, merecía la pensa esforzarse un poco, pues hoy tengo comida familiar, y cuando nos juntamos los tres hermanos devoradores es un deshonor que quede algo de comida en la mesa, por lo que llegar con hambre tras el esfuerzo era un buen plan.

Dicho y hecho, empiezo a correr en dirección al río, y primer incidente. En el único semáforo que debo cruzar, me paro porque va a pasar un taxi, que se para justo delante de mí, y me pregunta el taxista si conozco "esta" iglesia, y me enseña una tarjeta muy rara... Una iglesia de éstas modernas, al parecer creada en Bogotá, y me temo que los señores que la buscaban pretendían que les indicara donde está la calle Bogotá... Me excusé diciendo que no tenía ni pajolera idea, y retomé el camino al río...

Como quería hacer algún kilómetro más, salí hacia Montcada, así podría alargar algún kilómetro más la tirada en dirección al mar. El primer kilómetro ya pintaba bien, 5:02. El clima perfecto, me habría gustado más correr con calor, pero ya habrá oportunidades cuando no estemos de vacaciones... :) Voy cogiendo el ritmo y doy la vuelta en Montcada tras completar tres kilómetros más a 4:52, 4:44 y 4:51. Media vuelta, 4:49, vamos hacia el mar, y poco a poco me empiezo a sentir ligero, las pulsaciones no se disparan, el paso es cómodo y hago los siguiente kilómetros a 4:47, 4:47, 4:45, 4:40 y 4:36.

La progresión va bien, así que intento apretar un poquito el acelerador, las pulsaciones ya suben hasta las 170 y hago un tramo más a 4:31, me animo, otro kilómetro a 4:17, y contento con la progresión, aunque no del todo regular, llego a casa enfriando a 4:58.


Por el camino he visto una señal curiosa que parece indicar un camino que une la ruta del río con la Serralada Litoral. Sería el último cabo que me queda por atar para poder hacer una ruta que suba al Turó del Pollo y vuelva a casa sin semáforos y por llano. Esto promete... Habrá que darse un garbeo con Google Earth... ;)

viernes, 22 de abril de 2011

Dando caña a las Cascadia

No, no podían quedarse en la habitación más días junto a las Saucony Triumph 8 de entrenamiento, las New Balance 904 para las carreras rápidas o las Brooks Ghost 3 para ir de paseo... Las Brooks Cascadia pedían a gritos salir al monte, y hoy era un buen día para sacarlas de paseo.

Soy escéptico para todo, y para los pronósticos meteorológicos aún más. Si el hombre del tiempo cobrara por los días que acierta que va a llover en Barcelona, seguramente se dedicaría a otra profesión de menos riesgo salarial. Pero como no es así, sus simulaciones, sus mapas de isobaras o sus fotos de satélite le indican que diga que al día siguiente lloverá en Barcelona, y él lo dice y se queda tan pancho. Mis propias estadísticas dicen que cuando avisan de que va a llover mucho, o llueve poco o no llueve. Y los días que llueve de verdad, siempre nos pilla desprevenidos.

Así que hoy, con amenaza de lluvia terrible de ayer por la noche, vamos, que iba a estar todo el día cayendo agua, me levanté pronto para desayunar bien, tras comprobar que no había caído una gota, hice la digestión, llamé a Manu, y apenados por la falta de lluvia que iba a hacer menos divertido nuestro entrenamiento, quedamos en que me iba para su casa con mi cachorro grande para dar una vuelta por los montes aledaños a su residencia.

Metro y tren, y en una hora ya estaba en su casa. Nuestros respectivos cachorros se quedaron jugando, y nosotros nos fuimos en coche a donde empieza el camino de pista que se adentra por el Parque de la Serralada Litoral, que a través de distintas colinas permite disfrutar de un poco de naturaleza desde el Vallés al Maresme, incluyendo a mi querido Turó del Pollo en sus zonas limítrofes. Lo que nos ha dado una buena idea, cualquier día de estos nos vamos corriendo a casa del otro... :)

Esta vez no llegó a tanto, pero sí que nos metimos en el cuerpo, con un ambiente fresquillo y apenas ni una gota de lluvia, siete kilómetros de ida y siete de vuelta hasta la Roca d'en Toni, tres piedras mal puestas, también llamadas dolmen. Fue un estreno tranquilo, hablando de fútbol, de nuestra evolución como runners y de temas varios, mientras subíamos unas pendientes espectaculares, parecían más suaves quizá porque eran muy constantes, pero una vez vistos los datos del GPS comprobé que el primer kilómetros subimos 61 metros, el segundo 78, el tercero 53 y el cuarto 78, eso son rampas de entre un 5,3% y casi un 8%, sin respiro.

Después de esos cuatro kilómetros subiendo sin parar, a ritmos de entre 6:36 y 7:00 (ahora entiendo por qué) vino un pequeño respiro, el quinto kilómetro subía un poco y luego empezaba a bajar, el sexto era todo cuesta abajo, pudimos coger algo de aire y bajar a 4:37, cuidando no machacar demasiado la musculatura, y llegamos al punto de retorno marcando el kilómetro 7, tras bajar un poco más y atacar la última subida, más suave que las anteriores.

El dolmen no daba mucho de sí como atracción turística, así que media vuelta, y a descorrer lo corrido. Conteniendo la marcha en las bajadas, un ritmo un poco más fuerte en las subidas del kilómetro 9 y el 10, y vuelta al coche disfrutando de la buena temperatura, la ausencia total de lluvia y la conversación futbolística... :)


Al final, 14 kilómetros casi clavados, pulsaciones medias de 150bpm, un poco de caña a las piernas, y aunque parecía que no había sido para tanto, me tomé el Powerade casi de un trago... :) Cigarrito de rigor, recogida de mi cachorro, y vuelta para casa, con ganas de repetir, habrá más Turós del Pollo, y la idea de ir corriendo por la montaña desde Masnou hasta Santa Coloma empieza a cobrar forma.

Leyendo los comentarios del anterior post, veo que sí que parece una evolución natural coger el gustillo a la montaña, sobre todo en verano. Creo que me va a ayudar mucho, a veces pienso en mi segunda maratón y en que acabé mucho peor de lo que pensaba, y creo que la gran diferencia entre la segunda y la primera fue la total ausencia de entrenamientos de fuerza y de potencia antes de la maratón de Barcelona. A la del Mediterrani llegué con un buen fondo de piernas, había hecho series y muchas cuestas antes, pero cuando empecé a preparar Barcelona no hice ni una cuesta. Creo que este tipo de entrenamiento da un fondo de fuerza imprescindible, que luego hay que afinar para cada tipo de competición con entrenamientos específicos. Pero esa base es muy importante, y a partir de esa base de fuerza y potencia podemos mejorar otros parámetros. Al final, son las piernas las que nos llevan durante 10, 21 ó 42 kilómetros, y deben estar preparadas para que el corazón les dé caña de la manera que toque.

jueves, 21 de abril de 2011

Como una cabra...

Como una cabra voy a acabar si la llamada de la montaña es tan intensa como me lo está pareciendo... No sé si es una evolución natural, empezamos a correr un par de días a la semana, luego nos animamos, hacemos nuestra primera 10K y al día siguiente nos apuntamos a dos más, vemos la media maratón como algo imposible pero a los pocos meses ya hemos corrido un par, empezamos a pensar en marcas personales, en ritmos objetivos para la media, después, irremediablemente, caemos en las redes de la maratón, repetimos, y un buen día sentimos la llamada de la montaña y ya no nos vale sufrir en el asfalto, ahora toca subir y sufrir a partes iguales...

En mi caso al menos está siendo así. El martes volví a coronar el Turó del Pollo y me sentí casi invencible. Ayer, fui a por mi último juguetito...





Las Brooks Cascadia, después de probarme otras dos me quedé con ellas, suela ancha, como a mí me gusta, pie bien sujeto, modelo idóneo para salir tres o cuatro veces al mes, si un día me planteo hacer 100 kilómetros en montaña quizá necesite otras, pero para empezar me recomendaron éstas en la tienda.

El viernes quiero darles un buen estreno en Masnou, con la tropilla cobarde. Me temo que el estreno incluirá barro y lluvia, qué mejor manera de hacerlo, ¿no?

Y como el gusanillo de la montaña parece que ha atacado fuerte, me he apuntado a esto:





No tiene mala pinta... ¿Alguien más se viene? :)

Hoy todavía no toca sacar las Cascadia, pero si empezar a cascar un poco de velocidad. Con algo de sol, que creo que va a durar poco, esta mañana he salido con la intención de hacer un progresivo y acabar fuerte. Después de un buen desayuno y un rato de relax, a las 10:20 he salido a correr por el río, esta vez en dirección Montcada, y me han salido 9,20 kilómetros a ritmos de 5:20, 5:00, 4:54, 4:54, 4:48, 4:32 (vamos!), 4:32 (dale!!), 4:21 (venga!!!), 4:16 (vamos!!!!) y 4:03 los últimos metros (toma!!!!!!).

Las pulsaciones no han ido mal, la media sale a 157bpm, y claro, al final acabé en 180, esprintando antes de llegar a casa. He acabado bastante entero y he corrido cómodo. Mañana a ver qué cafrada hacemos por las colinas del Masnou... Y el fin de semana, si el tiempo lo permite, creo que toca una tirada larga a ritmo fácil y si me veo con ganas acabando en progresivo.

martes, 19 de abril de 2011

Subida al Turó del Pollo

El Turó del Pollo es el punto más alto de Santa Coloma de Gramanet. Unos íberos decidieron habitar en lo más alto del mismo hace ya un porrón de años, como si no hubiera un sitio mejor para plantar un poblado... Las ruinas del poblado del Puig Castellar, como se le conoce, es la única recompensa que se encuentra el sufrido excursionista que asciende el Turó del Pollo dando un paseíto, pero cuando se trata de un runner, llegar hasta lo más alto sin haber parado un solo instante es otra buena recompensa de valor incalculable.

Ya subí hace unos meses, bueno, casi un año... Debo volver más a menudo, es una ruta dura y muy bonita, sin tráfico, con unas vistas espectaculares y con el aliciente de que se puede volver por distintos sitios y así de paso descubrir zonas de Santa Coloma que no conocía.

Hoy salí a media mañana, ya bien desayunado. Camiseta sin mangas, pues aunque estaba nublado e incluso refrescaba, la subida me iba a hacer sudar de lo lindo, así que me fui ligero y con algo de líquido para el camino. El reto era subir hasta lo alto del Turó, 303 metros que tiene oficialmente, 294 que me marcó el Forerunner, sin parar un solo instante a caminar. Recuerdo que la última vez lo conseguí, aunque estuve tentado de plantar los dos pies en el suelo en alguna de las rampas más duras, sobre todo a partir del kilómetro 4.

Estiramientos y vamos hacia la B20 para buscar el camino a San Jerónimo. Un primer kilómetro urbano, que ya empezaba con 21 metros de subida, a 5:55, calentando. El segundo lo completo ya habiendo dejado el asfalto, y el desnivel empieza a picar, subimos 53 metros y lo hago en 6:04, eso ya empieza a ser una rampa de más del 5%. Voy respirando bien, vigilando la pisada y dosificando fuerzas, que esto no ha hecho más que empezar...

Tercer kilómetro, el camino es bueno, seguimos con la pendiente del 5%, 50 metros más de desnivel y el ritmo mejora un poco, 5:36. En ese tramo hay algo de sube y baja, lo cual se agradece. Pero se acaba pronto...

El cuarto empieza a picar bastante, el desnivel es de 60 metros, llevo ya cuatro kilómetros seguidos subiendo, este último con una pendiente del 6% en 6:21. Y empieza lo divertido.

Empezando el quinto es cuando se empieza a pasar mal de verdad. Hay un tramo de unos 300 metros en el que miré el Forerunner tres veces, pensaba que no podía seguir, el ritmo era de más de 7:00 el kilómetro. Afinando con el RubiTrack, veo que en un tramo de 250 metros el desnivel es de 26 metros, las matemáticas son fáciles, una rampita de más del 10%. Luego la subida vuelve a ser normal, me desvío un poco de la ruta original para pasar por una especie de ermita que hay cerca, vuelvo sobre mis pasos, y tengo ya con el Turó a tiro. Al final subo 42 metros y bajo 8, sale una media de 6:11.

El sexto empieza llegando ya a la entrada del poblado, y entonces recuerdo que hay algo peor que una pendiente muy bestia... Las escaleras... Había unos 10 tramos de subida de unos 5 metros de longitud y cuatro escalones para torturar las piernas. Los paso también sin parar, apretando los dientes, y me planto en lo más alto del poblado ibérico para después bajar sin parar a recuperar el aliento, 500 metros por el poblado a una media de 9:00 el kilómetro, subiendo escaleras y caminos impracticables, y luego ya cuesta abajo, se me antoja pasar por un depósito de agua y una torre de alta tensión y enfilo el camino de vuelta. Media un poco raruna de 7:26, subiendo 27 metros y bajando 44.

Vuelto al asfalto en el séptimo, y me pierdo por Santa Coloma... :) Corría siempre hacia abajo, así que o me topaba con el río, me plantaba en la carretera de la Roca o aparecía ya por mi barrio. Bajo con cuidado en los cruces, lo hago en 5:06 y desciendo 63 metros...

Octavo en 5:08, más de lo mismo, calles que no conocía, bajada de vértigo, 14 metros hacia arriba ¡¡¡pero 128 hacia abajo!!! Parecía que los autobuses se iban a caer...

En el noveno ya empiezo a reconocer el barrio, bajo 28 metros más y corro más cómodo, sin esas cuestas asesinas, a 5:15.

Semáforos, cruces, se pierde el ritmo, y me planto en casa unos metros después, contento por la subida y con ganas de repetir, aunque seguramente planificando mejor la bajada, no creo que sea buena idea machacarse las rodillas y los cuádriceps con esas bajadas tan brutales.



Una ruta que me ha encantado, una subida sostenida de más de 5 kilómetros con apenas tres o cuatro tramos llanos o en ligera bajada, ideal para trabajar la potencia y la resistencia. Aunque no tan duro como esto:

La pujada al Tibidabo 2011

500 metros de desnivel en 9 kilómetros. ¿A alguien más le tienta? :)

Después de Montmeló, tras una tirada de recuperación que se me fue de las manos y habiendo completado la subida de hoy, mañana toca descansar. Es una lástima porque parece que viene lluvia a partir del jueves, yo quería correr con calor, pero bueno, con lluvia también tiene su gracia. El caso es seguir corriendo y volviendo a recuperar la forma, y para eso el descanso es también esencial.

lunes, 18 de abril de 2011

Entrenando con calor

Por primera vez en no-sé-cuántos años tengo unos días de fiesta además de los oficiales de semana santa. La verdad es que este año los necesitaba... Hoy he estrenado el primero, de amo de casa y cuidando niños, que se lo han pasado pipa jugando a fútbol en casa. Pero mi actividad deportiva el día después de Montmeló no iba a quedar reducida a dar patadas a un balón. Hoy tocaba salir a correr con calor, y de paso hacer una tirada de recuperación. Quiero entrenar cuando pueda a una temperatura más parecida a la que hay en las carreras, siempre que me sea posible, así que hoy era un buen momento para matar dos pájaros de un tiro.

A las 13:30, con la comida hecha, los niños hambrientos después del esfuerzo balompédico y con mi señora ya en casa, salí a pleno sol a correr en dirección a la playa. Me llevé un poco de Aquarius y bajé a la calle para estirar un poco y reencontrarme con el río Besós a una hora en la que hay sol y gente.

La diferencia entre correr a las 6:00am y a las 13:30 es simplemente abismal. El primer kilómetro en el que voy calentando suelo hacerlo a 6:00 más o menos, y hoy cayó a 5:12. Y de inmediato noté otra diferencia. Recuerdo que hace meses el factor viento era variable en mis entrenamientos, pero ahora es tan sencillo como que hacia Montcada sopla en contra y hacia el mar a favor. Pues ahora recuerdo que no era así siempre. De madrugada sí, pero a mediodía resulta que soplaba al revés, salí hacia el mar con el viento en contra, lo cual ralentizó un poco la marcha pero a cambio me regaló un airecillo que hacía la temperatura más soportable. Con el viento refrescando, corrí hasta el mar con ritmos de entre 4:48 y 4:53, sin esforzarme mucho, rondando las 160 pulsaciones, quizá demasiadas para un día de recuperación. Pero es que el cuerpo me pide correr... Debo controlarlo, a esas pulsaciones no creo que progrese, lo correcto sería correr a pulsaciones algo más bajas y dejar que los ritmos lleguen. ¿O es al revés? :)

Media vuelta, el viento deja de molestar, pero también de refrescar, y me doy cuenta de que sí que hacía calor de verdad. Traguitos de Aquarius, el viento mejora el ritmo, también avivo un poco más el paso, y las pulsaciones van aumentando de 165 a 170, a ritmos de entre 4:37 y 4:40. Curiosamente me sentía cómodo, las pulsaciones no eran precisamente bajas, pero iba bien de fuerzas. Llegando a casa bajo el ritmo, voy enfriando, hago uno más a 4:58 y acabo los últimos metros a 5:15.

Ducha templada, y pedazo de plato de pasta de la que había preparado, manjar de runner que mi cachorro pequeño repitió en la cena... :)

Mañana intentaré repetir. Quedan unas cuántas 10K hasta el verano que correremos seguramente con calor. A ver si vuelvo a afinar mi motor de gasolina, que la maratón me ha dejado un poco diésel... ;)

domingo, 17 de abril de 2011

Crónica de los 10K de Montmeló

Son ya varias las carreras que he repetido en estos casi dos años y medio que llevo participando en carreras populares. Para ser más exactos, la Nike/Bombers, los 10K de La Sagrera, Nassos, Premià, Sant Antoni, El Corte Inglés, y las medias maratones de Vilanova, Gavá y Terrassa. Hoy tocaba repetir otra, los 10K de Montmeló, que tan buen recuerdo me dejaron hace un año.

Es una experiencia única, correr en un circuito de Fórmula 1 es simplemente espectacular. Además es una carrera que tiene truco, pues hay que dar dos vueltas y pico al circuito, y ese pico extra es cuesta abajo, así que la pendiente global es nagativa. Las cuestas pican un poco, pero si se lleva un buen tiempo gracias a las bajadas, es fácil tener un subidón de moral y comerse las cuestas con patatas, que es lo que me pasó el año pasado.

Este año no me veía tan optimista. El parón después de la maratón he de acabar de recuperarlo, además, pienso que los últimos entrenamientos que estoy haciendo me han hecho perder potencia, sobre todo en carrera anaeróbica. Muchos rodajes largos, tiradas mixtas a ritmo E y T, pero muy pocas series y apenas cuestas. Hace un año, por estas fechas, encadené tres MMP seguidas en 10K, cuando mis entrenamientos eran sobre todo series, tiradas a un ritmo más vivo de unos 9 kilómetros y algunas cuestas. También comprendo que habiendo empezado a correr de mayor y con mi edad, el recorrido que tengo para mejorar mis tiempos es limitado, creo que hace un año alcancé un pico de forma importante, después de la maratón y con la supercompensación puede arañar unos segundos, pero me temo que los 40:00 son ahora mismo para mí una marca que puedo alcanzar si está todo de cara, el tiempo acompaña, el recorrido es ideal para mi perfil y además tengo el día inspirado...

Pero no me iba a Montmeló de paseo, tocaba correr y eso intenté. La expedición cobarde estaba compuesta por Manu, Toni, David y yo mismo. Salimos sobre las 8:20, con tiempo de recoger el dorsal, preprarnos y calentar un poco. Todo muy bien antes de la carrera, pudimos calentar sin problemas e incluso situarnos cerca de la salida.

Y se acabaron los prolegómenos, ¡a correr!

El primer kilómetro en esa carrera es pura locura. Cuesta abajo, circuito ancho, todos corriendo como locos, y lo hago en 3:27, marcando 3:11 el Forerunner a ratos y acabando a 172bpm.

Luego llega un tramo llano que empieza a subir al final, un kilómetro que hago en 4:02. Otro kilómetro de sube y baja a 4:08, y vamos a por la primera subida.

Cuarto kilómetro cuesta arriba, y empieza a costar. 4:32, mucho peor que hace un año. El quinto también sube y baja y cae en 4:14. El sexto es levemente descendente, pero el ritmo bueno ya no sale, lo hago a 4:13, pasando por meta por segunda vez y siendo ya consciente de que la segunda parte se me va a hacer dura...

El séptimo es una subida constante, que se me hace demoledora e interminable. Ya voy a tope de pulsaciones, lo hago a 4:41. El octavo es un baja y sube, la bajada aún la hago con algo de fuerzas, pero la subida me mata. 4:23. Vamos a por el noveno, la última subida, ya muy cansado, consigo aguantar en pie y lo hago a 4:35. Y ya pasado el mojón del kilómetro 9, la última cuesta abajo, la que hice en 3:27, consigo hacerla en 3:55.



41:38, marca oficial. El año pasado hice 40:44, casi un minuto más éste. Noto que las cuestas acaban conmigo. Normal, mis entrenamientos simplemente las han ignorado durante meses. Ya tengo objetivo para las próximas semanas. Recuperar la potencia, sobre todo en subida. El año pasado disfruté mucho en carreras duras como El Corte Inglés, Sant Quirze e incluso Premià. Este año, estoy sufriendo en las subidas. Y eso sólo se arregla subiendo un poco cada día.

¡Que tiemble el Turó del Pollo!

viernes, 15 de abril de 2011

Al Forerunner pongo por testigo...

Al Forerunner pongo por testigo de que esta mañana me ha salido un entrenamiento de los que hace tiempo que no recordaba. Esta vez el auto lap estaba en su sitio, sí, lo de ayer fue metedura de pata mía, aunque me sirvió para poner a prueba el escepticismo del que siempre presumo aunque me traiga más de un problema habitualmente... :)

Hoy no era cuestión de dudar de lo que veía, hoy era cuestión de comprobar qué puedo ver en el Forerunner si intento hacer una sesión un poco más intensa. Empiezo a habituarme a mi nueva pisada, la rodilla va respondiendo, los últimos entrenamientos han ido bien de ritmo y mucho mejor de pulsaciones, mañana descansaré... Así que... Hoy era un día para probar a apretar un poquito más el acelerador.

Ritual habitual, punto 8 esta vez plenamente satisfactorio, ¡y a correr!

Primer kilómetro despacio, creo que es un hábito muy saludable, a 5:55. Cogiendo ritmo y calentando las articulaciones. Dos más a 5:27 clavados, en dirección a Montcada, con viento en contra.

Y yo que digo... Pues vamos a correr un poco ahora. Eso de pisar con la planta y levantar los talones tiene algo genial, que es que sólo levantando un poco más los talones notas que la velocidad aumenta pero el esfuerzo no parece ser tan grande. Así que manos a la obra, antes de llegar al punto donde doy media vuelta corrí a 5:12. El quinto kilómetro transcurre 650 metros contra el viento, y 350 ya de vuelta, a favor. El ritmo del quinto fue de 4:55.

Venga, talones arriba y un poco más de oxígeno en cada bocanada. Kilómetro 6... 4:39... Y empiezo a notarlo... No hacía días ni semanas... Hacía meses... Creo que con el plan Jack Daniels no llegué a sentirlo... Pero hoy sí, cuando llega, te das cuenta de inmediato...

The Flow...

Ahí estaba. La armonía entre el asfalto, las zapatillas y el runner. No pisaba, flotaba. No corría, volaba. Mi cabeza no pensaba, simplemente coordinaba corazón, pulmones y piernas llevándome en volandas durante 4 kilómetros, a 4:39, 4:35, 4:28 y 4:29. Lo mejor, entre 155 y 162bpm.

Ya estaba a 200 metros de casa, el Foreruner me marcó el noveno kilómetro a 4:29, así que pensé... Para 200 metros que faltan... Vamos a apretar un poco, ¿no?

Arriba esos talones, respiración un poco más acelerada, acabo a 173bpm y el Forerunner me enseña unos números preciosos... 3:53... Sólo durante 200 metros, pero me supieron a gloria.

Sí, algunos ya os habréis dado cuenta... Pero dejad que lo diga...

El Isidro lobo está a punto de volver... ;)

jueves, 14 de abril de 2011

El Forerunner no engaña, pero a veces despista

Entrenamiento raro el de hoy... Por momentos me he sentido totalmente desconcertado, sin saber muy bien qué estaba pasando. Llevaba la moral alta por las series en cuesta, recordaba que ese tipo de entrenamiento te dejan muy fino para el día siguiente, pero desde el principio algo no me cuadraba...

Recuperando viejos automatismos, me levanté a mi hora, a las 4:55am primer aviso con The Beatles, a las 5:00am segundo aviso con un pitido ensordecedor... En pie, cafetito caliente y galletas, un trago de Aquarius, ropa de runner, Forerunner, iPhone, lo de siempre, mientras esperaba la llamada del punto 8... Pero ésta no llegaba. Fui a buscarla y no venía. Primer conato. Nada de nada. Siguen los preparativos. Último intento. Exito muy limitado...

Así que salgo sin tenerlas todas conmigo, mis biorritmos aún están en proceso de readaptación. Sé que salir sin el punto 8 puede ser un suplicio. Cuando la alerta es de nivel 7, la parada en el río suele ser obligada. No es la primera, la segunda ni la tercera vez que me pasa. Pero cuando la alerta está en nivel 5, como fue hoy, se hace difícil correr, que sí, que no, que viene, que va, que no puedo correr cómodo porque me siento pesado...

Así empezó el entrenamiento, con esa extraña sensación. Pero bueno, había que correr un poco, seguir trabajando la pisada y recuperando ritmos, pulsaciones y buenas sensaciones. Primeros metros calentando, ritmo lento, bastante por encima de 6:00.

Y entonces es cuando algo no me cuadra. Ya estoy en el segundo kilómetro y el Forerunner me marca 5:55. Qué raro. Será el cansancio de ayer, será que la forma va llegando poco a poco, pero el caso es que ya estoy sobre el kilómetro 2,5 y me marca por encima de 5:40...

Tengo la sensación de ir cómodo, no me siento alto de pulsaciones, es más, ese extraño instinto que tenemos los runners me dice que voy más rápido de lo que dice ese trasto, pero sé de buena tinta que no suele fallar.

Llego al punto en el que doy la vuelta, a la entrada de Montcada, y todo sigue igual, voy cómodo, incluso sé que voy apretando un poco más, pero el Forerunner me marca más de 5:30. No puede ser, nunca he dado la vuelta a ese ritmo, como mucho a 5:25 en el peor de los casos.

Ya voy volviendo con viento a favor, la cabeza me dice que voy bien de ritmo y cómodo, levanto más los talones, el cambio de velocidad suele ser instantáneo, pero nada, el cacharro me dice 5:25 cuando ya estoy sobre el kilómetro 6.

Pues nada, que pienso que hoy no es mi día, que las series me dejaron tocado, pero qué raro, me siento cómodo y bien, los siguientos dos kilómetros los hago sitiéndome ligero, pese a la amenaza de punto 8, noto que he aumentado el ritmo, pero el reloj me marca 5:20 por kilómetro. Maldito cacharro...

Uno más, y van 9, mejora algo el ritmo pero no mucho, sobre 5:15, y ya empiezo a aflojar para ir enfriando, y curiosamente, el ritmo no baja como de costumbre, entonces ya empiezo a mosquearme, el Forerunner está de guasa, no puedo estar corriendo a 5:15. Paro el cacharro, me fijo en el tiempo total, 9,21 kilómetros en 48:49, eso no es tiempo para haber ido casi todo el tiempo a 5:30 y sólo llegar a 5:15 al final. ¿Qué está pasando aquí?

Pues eso está pasando... Llego a casa, punto 8, mientras paso mis datos al Garmin Connect, y ahí está la respuesta... Tenía el auto lap por posición desde las cuestas de ayer, en lugar de auto lap de 1 kilómetro. Así que el Forerunner tomó todo el entrenamiento como un solo tramo, así que en cada momento, me estaba marcando el ritmo medio de TODO lo que llevaba corrido, no del último kilómetro!!!!!! :)

Ahora me cuadra más todo, paso la ruta al RubiTrack y las medias por kilómetro me salen de 6:07, 5:35, 5:22, 5:13, 5:19, 5:11, 4:53, 4:56, 4:58 y 5:21. Media final de 5:17. Ahora sí, ¡leches!

Curiosas las sensaciones de pensar que estás corriendo bien pero el Forerunner te dice lo contrario. Pese a ello, no me desmoralicé y seguí corriendo por sensaciones, y qué sorpresa. Creo que he superado una pequeña prueba sin haberme dado cuenta... :)

No me considero un esclavo del pulsímetro/GPS/cronómetro... :) Pero sí que lo considero un gran aliado para analizar mis entrenamientos y ver dónde puedo mejorar. Hoy me ha despistado un poco, pero como soy escéptico por naturaleza no me he dejado vencer por el desánimo. En cambio, el día de la Nike/Bombers, el Forerunner me dijo que no iba fino y yo también me di cuenta, así que no había duda posible.

Venga Forerunner, pórtate bien el domingo... ;)

Por cierto, ¿habéis visto esto?

http://sites.garmin.com/forerunner610/

martes, 12 de abril de 2011

Series en cuestas

Creo que son mi entrenamiento favorito. Las series en cuesta. La última vez que me enfrenté con ellas fue el 11 de diciembre, hace ya 5 meses y un día. Fue precisamente mi último entrenamiento antes del ataque a los 40:00 en 10K. Creo que acerté, quizá me dieron el puntito de potencia necesario para asaltar por fin esa marca psicológica.

¿Y cómo es que he esperado tanto? Bueno, el Plan A de Jack Daniels, el que seguí para la maratón de Barcelona, no incluía muchas series, ni mucho menos en cuestas. Lo respeté escrupulosamente, y me gustó, creo que quedó claro en este blog... :)

Y ahora, con varias 10K en el horizonte, pero lejos de mi mejor estado de forma y aprendiendo de nuevo a correr, he vuelto a subir cuestas a tope y me lo he pasado en grande... :)

Gracias a la tecnología, hoy en día es fácil comparar dos entrenamientos y sacar algunas conclusiones. Me encanta hacerlo. Me puedo equivocar, seguramente muy a menudo, pero me lo paso muy bien analizando mis entrenamientos, y eso me inspira y me motiva para mejorar. Así que tras un análisis de ritmos, distancias y pulsaciones, gracias al RubiTrack de Mac, además de un entrenamiento que me ha gustado mucho, he visto algunos datos curiosos.

Ese último entrenamiento en cuestas de hace 5 meses consistió en 5 subidas al tramo asesino del Espíritu Santo, un recorrido de 500 metros con un desnivel de 25. You can do the maths... Bonita pendiente de un 5%. Y la consiguiente bajada, zigzagueando durante 440 metros para descender por el lado opuesto de la colina donde está sito el antiguo hospital del Espíritu Santo, actual santuario zombi colomense... Hice los cinco tramos en 2:41, 2:45, 2:53, 2:45 y 2:47. Empezando fuerte, perdiendo fuelle, apretando la penúltima y cediendo un par de segundos la última...

Hoy salí sin haber mirado esas cifras, estoy corriendo por sensaciones, intentando mejorar aspectos de mi técnica y de mi manera de entrenar; cambiar la pisada, incluir rodajes de recuperación... Y otra asignatura pendiente. Hacer las series de menos a más, acabando la última más rápido que las demás.

Madrugón, preparativos, y a la calle. No me llevé el corta vientos ni las mallas largas, hoy tocaba sudar y sufrir... Pero los guantes aún no molestan. Estiramientos, y vamos al río, ritmo muuuuuy suave, 2,73 kilómetros, incluyendo la subida hasta el inicio de mi circuito de series, a 6:01.

Y empieza la fiesta, autolap y vamos a por la primera. No apreto a tope, pues iba a hacer 6 vueltas completas. Intento respirar bien para no fundirme a los 200 metros. Subiendo, cuesta menos pisar con la planta. Lo difícil subiendo es pisar con el talón... Intento levantar los talones, eso ya cuesta más. Llego arriba cansado, a oscuras, autolap, ya tengo los dos puntos marcados para que el Forerunner haga el solo su trabajo, y comienza la bajada recuperando el aliento. Cómo cuesta la primera... No miré el Forerunner, pero el tramo lo hice en 3:08.

Una más, la primera me dejó algo tocado, quizá estuve muy conservador en esta segunda, que subí en 3:15. Esta vez sí miré el Forerunner. Y me dije... Vamos a ver si lo hacemos bien, hay que apretar un poco más, que ls siguiente ya es la tercera.

Comienza la tercera, aumento la cadencia y me impulso algo más con los talones. Sobre todo, intento llevar un ritmo constante. 3:04. Bueno, va mejorando. Pero no me gusta ese 3 en el minutero, hay que hacer las tres siguientes en menos de 3 minutos.

Cuarta serie, talones arriba, respiración más intensa y rápida, ritmo constante, fuerte en los últimos 40 metros, miro el Forerunner, 2:59, bueno, era la idea, regulando...

La quinta serie, la maldita, la penúltima. Pero no, no podía fallar. Empecé fuerte y fui apretando un poco más, ahora no podía hundirme. Si la anterior fue en 2:59, a ver si me acerco a los 2:50. Vamos arriba, apretando, se me empieza a arrugar la cara, no cedo un solo metro, vamos con ganas para arriba, tiempo, 2:51. ¡Bien!

Venga chaval, vamos a por la sexta. Si hemos bajado casi diez segundos en la quinta, vamos a pegarle otro apretón a la sexta, que ya es la última. Otra vez para arriba, y los talones se levantan solos, subo como una moto, con ganas de correr, con la cara arrugada y los dientes apretados desde el primer metro, intentando no bajar el ritmo, última curva, últimos metros, último apretón, corono la cima, miro el Forerunner... ¡2:40!

Y vuelta a casa... Bajo suave, recuperando hasta el río. Ritmo tranquilo, 5:46, controlando la pisada, con las piernas cansadas pero contentas.


Ya en casa, busco los últimos entrenamientos de series en cuestas y compruebo que nunca había subido esos 500 metros en menos de 2:41. Lo cual me anima bastante, es la primera vez que hago este entrenamiento casi de menos a más, exceptuando la segunda, y el resultado final ha sido el que tocaba. Habrá que intentar seguir haciendo las cosas bien...

Mañana sí, descanso. Jueves y viernes saldré a rodar, y el sábado descanso antes de Montmeló. No cambian los planes, no estoy para ir a cuchillo. Pero no voy a ir de paseo, a ver si hace un buen día y puedo hacer una carrera parecida a la de hace un año, bajadas de vértigo, fuerte en las subidas, y si me siento bien, a tope al final...

lunes, 11 de abril de 2011

Cambiando hábitos

Creo que nunca había salido a correr después de una carrera. Bueno, miento. Acabo de mirar el calendario de Garmin Connect y sí que he salido dos veces, la primera, tras los 5K de Masnou, en navidad, y la segunda después de los 10K de Sant Antoni. En ambos casos, estaba inmerso en el plan de entrenamiento para la maratón de Barcelona e hice el entrenamiento previsto. Pero salir a hacer una tirada de recuperación es algo que no había hecho hasta ahora.

Así que con el objetivo a medio plazo de cambiar mis hábitos como runner a otros más adecuados, hoy he salido a hacer una tirada suave, de recuperación tras la debacle de la Nike/Bombers. Apenas 9,5 kilómetros a ritmo muy suave, a 5:31 de media y con las pulsaciones mejor que otros días, la media se quedó en 148bpm y no pasé de las 160 en algún amago de acelerón. Y en todo momento, concentrado en corregir mi pisada.

Mi amigo Manuel Robaina me preguntaba si me exige mucha concentración tener que ir pensando en cómo pisar. Y la verdad es que sí. Yo soy de los que cometí el error de cambiar los zapatos por zapatillas y empezar a correr dejándome llevar. Y me malacostumbré a aterrizar con el talón, que es como ando normalmente. Años corriendo así hacen que la pisada se convierta casi en un acto reflejo, y reeducarla va a requerir tiempo. Salgo pensando en cómo piso, miro al suelo de vez en cuando para asegurarme de que lo hago bien, y si empiezo a divagar sobre la reproducción en cautividad de somormujo silvestre, en un par de minutos ya estoy pisando mal, bajando las pulsaciones y el ritmo.

Imagino que con el tiempo, la pisada saldrá sola y las pulsaciones serán más bajas a mejor ritmo. Pero por ahora, toca aplicarse. Ése es mi objetivo a medio plazo.

Mañana me gustaría hacer unas cuestas. Desde noviembre no hago mis subidas al santuario zombi del viejo hospital del Espíritu Santo. Así que ése es el plan. Calentar hasta la subida al hospital, incluido el tramo desde el río hasta la rotonda, y luego, seis subidas de 500 metros, bajando suave rodeando el hospital, y vuelta para casa. Sin forzar demasiado, pero haciendo trabajar el corazón y los pulmones. Que es de lo que me siento más flojo...

domingo, 10 de abril de 2011

Crónica de una desastrosa Nike-Bombers 2011

Hace un año superaba mi marca en 10K precisamente en Nike Bombers, sintiéndome muy satisfecho y además con margen para mejorar. Hoy, he hecho mi PMP en 10K de los últimos 14 meses... :(

Pero no me preocupa, las circunstancias no han sido propicias, y no era el día para hacer el bruto intentando arañar unos segundos y acabar directamente en la enfermería.

No me gusta correr con calor. Veo que mi rendimiento baja muchísimo, seguramente por mi costumbre a entrenar de madrugada, bien fresquito. Tampoco me gusta subir por el Paralelo corriendo. Pues hala, toma dos tazas. Pedazo de día primaveral en Barcelona, 22 grados o más a la salida, y casi 2 kilómetros subiendo el Paralelo... :)

Pero vamos primero con la previa. Hoy era un día de reencuentro cobarde, aunque con tanta gente no pudimos disfrutar el momento de la reunión apenas unos minutos, y ya de camino a la última meadilla se dispersó el grupo. Calentamiento escaso, mucha gente intentando llegar a sus cajones, unos estiramientos antes de empezar, más calentamiento un poco precipitado ya en la zona de salida, Chema Martínez animando, ¡y a correr!

Empujado por los runners que me rodeaban, salí muy poco por debajo de 4:00 el minuto, aprovechando que la ruta era levemente descendente. Un kilómetro, ya notaba que el calor iba a hacer estragos, y a subir el Paralelo. El primer kilómetro más o menos a 4:10, el segundo a 4:25. Y se acabó la carrera.

Si se han subido bien de cardio esos dos kilómetros, todavía fresco, y hay fuerzas para seguir a buen ritmo, el perfil ligeramente descendente del resto del recorrido puede ser el mejor aliado para hacer una buena carrera. Pero cuando llegué al kilómetro 3, vi que las piernas ya no daban más y que las pulsaciones ya estaban muy altas. 174bpm para ser más exactos... No bajaba de 4:20 ya en ningún momento, bebí bien en al avituallamiento, pero nada, pulsaciones subiendo muy poco a poco cada kilómetro, y ritmo de entre 4:20 y 4:30. Se echó de menos otro avituallamiento en el kilómetro 7,5 por ejemplo, el primero estaba en el 4 y poco, correcto después de la subida del Paralelo, pero con esta temperatura uno más habría sentado muy bien.

Y la carrera no tiene más historia. El globo del sub 40 lo vi apenas un kilómetro. El del sub 42, me pasó sin piedad y lo perdí de vista a partir del kilómetro 5. Seguí corriendo al ritmo que podía aguantar bien, calculando si en cualquier momento el del sub 45 me pasaba por encima... :)

Al final, 43:53. Sí, mi peor marca personal en 10K de los últimos 14 meses. No pasa nada. La rodilla no se ha quejado, pero el calor me ha hecho daño. Y el cambio de pisada me está pasando factura, el sobreesfuerzo me hace correr más alto de pulsaciones, he de acostumbrarme. Además, después del parón, no he podido hacer una semana buena de entrenamiento. Dentro de siete días correré los 10K de Montmeló, sé que tampoco será día para hacer una buena marca, pero sí para disfrutar. Ponys para los peques, mucho entretenimiento, un lugar de culto, un recorrido espectacular, vamos, un día para disfrutar del running con familia y amigos. A eso me voy a dedicar, a volver a recuperar mi forma, correr mejor, disfrutar de las carreras clásicas (Montmeló y Sant Quirze por ahora), y ya en verano empezaré a pensar en la próxima maratón.

A ver si el tiempo acompaña estas próximas carreras. Recuerdo que el año pasado, todos los domingos que había carrera amanecía nublado, con una temperatura suave, ideal para la práctica del running. Hace una semana fue más o menos así en El Corte Inglés, pero hoy, la primavera-casi-verano a las 10:00am no ha tenido piedad de nosotros...

Ah, y después de la carrera, entre 20.000 personas, ¿con quién me encontré? :)





¡Cómo no, con Rafa Maier, El abuelo runner! :)

viernes, 8 de abril de 2011

El día del GPS

Ayer madrugué para un viaje relámpago a Madrid, y en el AVE, casualidades de la vida, me encontré con Alex, uno de los cobardes del equipo y colega de profesión, el hombre que me descubrió el RunKeeper, con el que compartí unos kilómetros y fotos en San Francisco...





Supongo que nuestros vecinos de tren fliparían un poco con las conversación, el lenguaje runner y el informático de vídeojuegos por separado compiten seriamente por ser los más difíciles de comprender, y claro, cuando los juntas, se puede liar una buena... :)

Cierto es que la mesita de 4 en el vagón 5 es un lugar especialmente estratégico, pues se tiene la cafetería a tiro y es lugar de paso de ejecutivos hambrientos, pero mira que es casualidad un encuentro de cobardes a 300 por hora... :) Más casual aún cuando precisamente el domingo volverá a correr con los cobardes irreductibles tras una buena temporada que no lo hacía, ¡la Nike Bombers de este año promete!

Pero me temo que no voy a llegar ni de lejos al nivel que me gustaría... Hace un año, en la Nike Bombers de 2010, me planteé un reto que no llegué a contar a nadie. Por aquellas fechas, mi marca en 10K era de 42:13, conseguida en noviembre de 2009 en Sagrera, mi carrera talismán. Me correspondió el cajón de sub 45. La organización de la carrera lo dejaba claro. Para salir de un cajón determinado, había que conseguir la marca necesaria en los doce meses anteriores a la carrera. En 2010 había un cajón, si no recuerdo mal, para marcas entre 39:00 y 42:00. Por 13 segundos no estaba ahí. En ese cajón había muchos menos runners. Su ritual los minutos antes parecía distinto. La cara de concentración, los saltitos, los estiramientos, el tipo de pantalón y camiseta... No eran ni mejores ni peores personas que yo... Pero sí que noté que esa severidad en su gesto, la concentración e incluso cierta tensión en la atmósfera que los rodeaba me atraía irremediablemente.

Antes de sonar el pistoletazo, lo tenía claro. Dentro de un año yo tenía que estar ahí. Si hacía menos de 42:00 ese día estaría. Corrí con muchas ganas. Recuerdo que el día era bueno, no hacía mucho calor. Mi mejor marca era de hacía casi 5 meses. Era posible... Mejoré mi marca, pero me quedé en 42:05. Todavía con la miel en los labios, siete días después, corrí los 10K de La Llagosta a cuchillo, también hizo un buen día, el recorrido no era duro, fuimos sólo Manu y yo, y entonces sí, 41:33 y mi cajón de sub 42 para el año siguiente... :) Pero aún había margen. El sub 39 lo veía a años luz, pero ese 41:33 me dejó con la sensación de que aún quedaba margen de mejora. Llegó el 40:44 en Montmeló, y 6 meses después, tras mi primera maratón, llegó el soñado sub 40, como no, en Sagrera 2010, 39:58, y poco después el 39:54 en Nassos...

Casualidades de la vida, este año los cajones los han cambiado, el cajón de 39:00 a 42:00 no existe, pero hay un sub 42 y un sub 40, así que me salto el cajón en el que quería estar hace un año y me meto en uno nuevo... :) La lástima es que no llego todo lo entero que me gustaría... Pero correré y disfrutaré de la carrera mejor organizada, en mi opinión, de las populares de Barcelona.

Hoy quería hacer un pequeño test... Pero qué desastre... Estaba algo cansado del viaje, y me levanté puntual con la idea de hacer unas series a ver cómo respondía el cuerpo. Programé un 5x1000 directamente en el Forerunner la noche anterior, pues a causa del viaje me dejé el Mac en la oficina. Lo dejé cargando por la noche, y a dormir. Salí a la calle, y mientras estiraba vi que el iPhone no quería coger cobertura de GPS. Al Forerunner le costó algo más de lo habitual, pero lo consiguió. Estiramientos de rigor, y a correr. Ritmos suave, unos 15 minutos de calentamiento, el RunKeeper seguía con la luz roja, lo pongo en marcha de todas maneras, bajo al río, y empiezo la primera serie. La pantalla me mostraba el tiempo restante y el número de series que faltaban, en lugar de la velocidad, supongo que por haberlas programado directamente en el reloj.

Como no me gustó la idea, cambié de configuración de pantalla, ya me salió la velocidad, vi que iba a 4:21, llegué a una zona con poca iluminación, decidí encender la luz del Forerunner a ver cómo iba, escuché un pitido sospechoso, y el estúpido cacharro entró en el bucle de la muerte, se apaga, se queda dos segundos apagados, se enciende, sale el logo de Garmin, tres segundos, se vuelve a apagar, y así hasta el infinito...

Noto que no voy fino, y además no tengo referencia de tiempo ni distancia, pues el RunKeeper sigue enfadado y sin una señal buena. Así que cuando creo que he hecho los primeros mil metros, cambio de planes, sigo a ritmo suave, y creo que al final he acabado haciendo unos 8 ó 9 kilómetros, no sé a qué ritmo, no sé a cuantas pulsaciones, cabreado, y notándome cansado...

Veo que no ando fino. Pere Pasamonte es un crack cuando se trata de analizar el tipo de pisada y sus consecuencias. Ya me advirtió de mi error apoyando el talón, y tiene mucha razón cuando dice que el cambio de pisada requiere también un esfuerzo extra hasta que lo automaticemos, y eso tiene un coste en pulsaciones, además de que nos hará notar dolores nuevos que desconocíamos... :) Por ahora, un poco en la planta del pie derecho, cerca de la base de los dedos, y otro en la pierna izquierda, en la parte superior del gemelo. No son intensos, pero ahí están, no corro 100% cómodo.

Así que el domingo será otro día para disfrutar y ver cómo me adelantan... :) Intentaré mejorar mi marca de hace un año, pero sólo si lo veo claro y las pulsaciones lo permiten. Lo de la MMP en 10K, creo que será para Sagrera 2011... :)

miércoles, 6 de abril de 2011

Todavía alto de pulsaciones

Me está costando un poco volver a coger el ritmo, imagino que es normal...

Hoy volví a salir a hacer un rodaje suave, ritmo fácil, cuidando la pisada, de menos de 10 kilómetros. Dos días parados después de El Corte Inglés y su sprint final... A partir del 52:49... Veníamos Manu y yo riendo después de que le intentara convencer de que empezásemos el sprint antes... ;)



Hoy salí a mi hora habitual, esta vez más abrigado. Pantalón largo y corta vientos, guantes y buf, no quiero problemsa. Y por supuesto, mis Saucony, estoy zumbado, pero no tanto como para salir con las FiveFingers... :) Aunque un día lo haré, pero aún falta mucho para eso.

Tres kilómetros muy suaves, pulsaciones estabilizadas alrededor de 150bpm, ritmo lento, entre 5:30 y 5:50. Aprieto sólo un poco más el acelerador, después de esos tres kilómetros de calentamiento, y tres kilómetros después las pulsaciones ya están sobre las 163-165, y el ritmo no baja de 5:00 por muy poco. Sigo así, corro cómodo pero las pulsaciones son altas y el ritmo moderado.

Al final, 9,21 kilómetros en 49:03, media de 5:19 incluyendo calentamiento, sería más o menos 5:03 el tramo central, y pulsaciones medias de 154 aunque al acabar ya estaban demasiado cerca de las 170...

Paciencia Isidro, la vuelta va por el camino correcto, pero hay que tener paciencia. Además mañana me quedo sin entrenar, parafraseando a mi amigo Gonzalo, cambio mis 9 kilómetros de running por unos 1.300 kilómetros de AVE, cómodamente sentado cerca del vagón restaurante, táctica muy astuta si se coge el AVE de los madrugadores que salen de casa sin desayunar... ;)

Tengo claro que en Nike Bombers, después de las pulsaciones de hoy, no saldré a cuchillo, sería una locura. A ver si me da tiempo a hacer unas series y una tirada rápida, luego Nike / Bombers, una semana preparando Montmeló, y si el cardio y el ritmo mejoran, a ver si sale una carrera bonita. Y si no, no pasa nada.

¡Pero volverá el Isidro lobo, de eso que no quede duda! ;)

martes, 5 de abril de 2011

Vibram FiveFingers

Mientras transcurría mi retiro espiritual tras la maratón de Barcelona, estuve leyendo mucho y viendo vídeos sobre running. Aprendí que mi pisada era nefasta, una vez más, gracias a mis amigos bloggers, descubrí distintas técnicas como el pose running o el chi running, diversos ejercicios para fortalecer la musculatura que protege nuestra rodilla, y entre toda esa información apareció ante mis ojos esta maravilla...





Este juguetito está diseñado como un complemento a la tendencia del Barefoot Running, que consiste en correr sintiendo el contacto del suelo en nuestros pies de manera directa, no tanto como Abebe Bikila, que corría descalzo, pero aproximándose mucho. Mi condropatía rotuliana, mis 72 kilos y mis casi 41 años no me hacen el candidato idóneo para empezar a batir récords con estas zapatillas, pero el niño grande que llevo dentro sí que está feliz como unas santas pascuas con ellas, mis nuevas zapatillas para andar por casa, pisando plano, que tiene sus ventajas...

Las pedí en 5dedos.es, hubo un pequeño incidente y me avisaron de que no las tendría a tiempo, y se ofrecieron a mandarme gratis unos calcetines también con dedos para compensar los días extra de espera. Se ve que están acostumbrados a trabajar con tecno-runners impacientes por tener lo antes posible su nuevo cacharrito... :)

Y he aquí la prueba del delito:





Molan, ¿no? :)

Bueno, cuando paséis por aquí, Óscar y Pere, sí, ése era el juguetito que estaba esperando... ;)

Y no descarto, cuando la rodilla esté mejor, salir un día a hacer 5 kilometrillos con ellas, a ver qué se siente.

Hoy no he entrenado y ayer tampoco. Llevo a rastras una especie de proceso vírico que ha dado de lleno en casa, mis dos cachorros han estado fastidiados, y parece que algo me ha tocado a mí. Como soy así de burro, el domingo corrí en El Corte Inglés, todavía con alguna molestia en la gargante, el lunes no salí y ayer por la noche estaba a 38,5 de fiebre y cuando me metí en la cama empecé a sudar como un pollo. Me desperté bien, pero cuando me acosté ya había descartado salir hoy. Mañana sí que toca rodar un poco, a ver si hago series el jueves, unas cuestas el viernes, y el domingo a correr Nike / Bombers. No creo que pueda atacar mi marca. Pero en Montmeló... ¡¡¡Pienso volar!!! :)

domingo, 3 de abril de 2011

Crónica de la Cursa de El Corte Inglés

Hoy volví a ponerme un dorsal, después de la maratón de Barcelona y mis tres semanas de retiro... Hice el propósito de correr muy tranquilo, algo que el dorsal dificulta enormemente, pero pude reprimir mis instintos asesinos y hacer una carrera muy tranquila, con Manu, y con casi 60.000 personas más...

Por mucho que la organización apele al civismo, no hay manera. No sé si en el resto del mundo es igual, pero en Barcelona es muy difícil ver que la gente, esas dos palabras que casi siempre decimos con contexto negativo, respete un mínimo de orden si no es a garrotazos. Ya, estaba sbre aviso, los dos años anteriores fue exactamente igual, pero no por eso va a dejar de cabrear. Además, este año la organización había dividido la salida en cajones según la marca de cada corredor, lo cual en circunstancias normales habría sido muy bueno para correr cómodo y rodeado de gente que va a un ritmo objetivo parecido, pero que no, que no hay manera...

Cuando entrábamos Manu y yo en nuestro cajón, teníamos delantes dos tiparracas haciéndose las tontas, "huy, creo que por aquí no es", "bueno, no importa, a ver si podemos pasar, qué rollo ir hasta ahí atrás"... Al menos no las dejaron pasar, pero una vez dentro, los colores de los dorsales no coincidían con los que deberían ser, es decir, se coló mucha gente. Pero lo peor no es que los cajones no sirvan para mucho. Lo peor es que, como cada año, miles de personas que también piensan que es un rollo salir al final de la carrera, y que no quieren colarse en los cajones de salida por tiempos, deciden que es mucho más cómodo meterse en la carrera una vez que ésta ya ha comenzado, por supuesto, delante de todos los demás.

Momentos irrepetibles... La señora hablando con su hija, mientras caminan en fila, uno al lado del otro, juanto al padre y la abuela por delante de los que habían venido a correr... "Mira, hijita de 8 años, mira cómo corren esos chicos. Huy, ése casi se cae al suelo mientras esquivaba a la abuela. Si es que esta juventud ya no respeta nada..." Así estuvimos durante dos kilómetros, abriéndonos paso entre traseros de dimensiones anormalmente grandes, familias al completo con perro incluido y las chicas de oro refunfuñando porque los jóvenes no dejaban de pasar a su lado y poner mala cara...

Que sí, que está muy bien presumir de una carrera popular con casi 60.000 inscritos, incluyendo abuelas, niños y mascotas, pero por favor, la gran fiesta popular salía del Paseo de Gracia a la altura de la Plaza Cataluña, no de Caspe. Pero no hay remedio. Imagino que poner francotiradores para controlar que la gente se coloque en su sitio quizá es un poco drástico... Así que, sabiendo lo que iba a pasar, empezamos a correr a las 9:30 de la mañana, un día fresco, con algo de nubes, ideal para la práctica del running.

Pero mis objetivos no eran hacer la carrera de mi vida. Salgo de tres semanas de baja, he salido a correr otros tres días, ya que ayer al final me quedé en casa, y quería hacer una tirada de algo más de 10 kilómetros con cuestas, y de las buenas, con Manu, a un ritmo pactado de 4:50 para reservar todo el plumaje para la Nike / Bombers.

Objetivo número 1, conseguir mi PMP en la prueba. Pues resulta que no lo conseguí... El año pasado, que la corrí a tope, hice 47:46 a 4:22. En 2009 hice 54:58, a 4:59. Ya no me acordaba de lo mucho que se mejora en un par de años... :) Y este año la hicimos en 52:22, a 4:52. Eso sí, esos 4:59 por kilómetro de 2009 fueron un suplicio continuo, mientras los 4:52 de este año casi un paseo.

Objetivo número 2, correr comodo, controlando la pisada correctamente durante casi 11 kilómetros, rodeado de gente, con cuestas demoledoras y bajadas asesinas. Ése sí, cumplido. En algún escaparate pude ver que la pose era mucho mejor que antes.

Objetivo número 3, ver cómo reaccionaban las rodillas. Bien, perfecto no, pero bien. No pude calentar mucho, pero la salida tranquila con mucho tráfico y los primeros kilómetros suaves, antes de la subida a Montjuic, ayudaron a entrar en calor sin forzarla más de la cuenta. Pocas molestias durante la carrera, y ahora, después del hielo, se nota algo de inflamación pero no tanto como antes. Creo que bien.

La carrera, tal y como la planteamos, muy tranquila. Primer kilómetro en la jungla a 5:20, un par más a 4:32 y 4:43, uno de subida a 5:10, uno de bajada a 4:39, la parte difícil por la montaña pasó con dos kilómetros a 5:39 y 5:25, incluyendo la vuelta a la pista olímpica, y luego, caída libre, bajada a 4:17 uno y 4:15 el otro. Un kilómetro más llano, a 4:36, y los últimos 800 metros a 4:24.



Y fue llegando cuando me planteé el objetivo número 4. A ver a qué velocidad me puedo poner si aprieto un poco... Comenté con Manu que cuándo empezábamos el sprint, :), a unos 250 metros empezamos a apretar un poco, y los últimos 50 más o menos nos lanzamos a cuchillo, intenté correr bien, talones arriba, pisada rápida y plana, crucé la meta casi atropellando a los que estaban haciendo fotos, y cuando miré el Forerunner me marcaba 3:28 minutos el kilómetro... Fueron pocos metros, pero supieron a gloria, tengo ganas de correr una 10K entera, mejor de forma y con la técnica correcta, a ver si sale algo decente... ;)

El momento más emotivo, como cada año, es pasar por el estadio olímpico. Lo comentábamos Manu y yo, acabar la maratón de Barcelona ahí sería simplemente increíble, como en los Juegos Olímpicos de 1992. Sobrevivir a los 42195 metros y acabar en el estadio, después de la demoledora subida, sería para echarse a llorar de alegría...

Después de la carrera, una Coca Cola (en estas pruebas mediáticas parece que las marcas pueden más que las bebidas isotónicas), el cigarrito de rigor (no me fumaba uno desde la maratón) y a volver a casa en metro, como fui por la mañana. A la ida se respiraba un ambiente a fiesta runneril, reflex y batallitas sobre ediciones anteriores. A la vuelta, se respiraba un ambiente a Chuck Norris en una leonera que no veas...

Objetivos cumplidos, una Cursa de El Corte Inglés más, creo que son ya 6, tres de joven y tres de runner, y buenas sensaciones para las 10K que se avecinan. Nike / Bombers, un ejemplo de organización, este año tengo un buen cajón y puedo intentar buscar marca, si llego bien de forma. Si no, una semana después, Montmeló, una carrera simplemente única, en el Circuito de Cataluña, qué sensación hacer la chicane a 14 km/h... :) Luego tenemos la clásica de Sant Quirze, la mejor butifarra del circuito de carreras populares, qué alegría ver a las abuelitas untando tomate y mimando cada butifarra que luego reparten con una sonrisa a los sufridos runners.

viernes, 1 de abril de 2011

¡Esto va mejorando!

Ayer descansé, después de los dos primeros entrenamientos tras el parón. Dos salidas extrañas, distintas entre sí y distintas a cualquier entrenamiento que recuerde. Primero, no formaban parte de un plan de entrenamiento específico y no tenía ningún objetivo con ellas. Y segundo, mi estado de forma no era ni mucho menos el mejor...

Y creo que el descanso de ayer fue especialmente necesario y productivo. Tras correr rápido y con muchas ganas el primer día, y sentirme lento, cansado y alto de pulsaciones el segundo, hoy he vuelto al río a ver si la normalidad reaparecía. Sé que la forma no se pierde del todo por estar parado pocas semanas, pero tampoco se recupera de un día para otro. Y en cuanto acabé de estirar y dejar preparados mis gadgets, di dos zancadas y noté de inmediato que las sensaciones empezaban a ser las que recordaba cuando mejor me sentía...

La rodilla molesta cada vez menos, entre los ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps, el Condrosan, el hielo, y sobre todo, la pisada mucho más adecuada, la sufrida articulación se empieza a mostrar agradecida... :)

Además de sentir mucho más alivio y menos molestias, otra cosa importante que debe ir llegando es volver a correr primero cómodo, después con las pulsaciones en niveles correctos y por último a una velocidad buena. Hoy ha habido avances en los tres aspectos. La pisada y la rotación de la pierna empiezan a salir con más facilidad, aunque si me despisto y dejo de pensar en ello vuelvo inconscientemente a mi heel-toe.

Las pulsaciones han estado mucho mejor, 154bpm de media. Creo que en mi línea de acuerdo al ritmo al que me salió el entrenamiento, que fue de 6:01 el primer kilómetro, muy tranquilo, calentando a conciencia, 5:17 el segundo, empezando a sentirme cómodo, y a partir del tercero pude hacerlos todos por debajo de 5:00 y sin sentir que el esfuerzo fuera desproporcionado a la velocidad.

Al principio temí que a pulsaciones bajas el ritmo fuera cómodo pero lento. Vi que el primer kilómetro costaba, tampoco quería acelerarme tan pronto, el segundo mejoraba poco a poco, y entonces decidí dejarme llevar por las sensaciones, buscar una zancada a un ritmo cómodo, respirando sin problemas, y seguir así un buen rato sin mirar el Forerunner. Al rato me notaba muy a gusto, pero me daba la sensación de que iba despacio. Miré el Forerunner y vi que marcaba un ritmo de 4:54, y ahí abajo en el río, a oscuras, sin un alma en muchos metros a la redonda, se escuchó la voz de un runner que decía "¡Bien!" mientras apretaba el puño en señal de satisfacción. 4:54 no es un ritmo para tirar cohetes, pero recuerdo perfectamente que antes de la maratón me costaba horrores correr cómodo a menos de 5:00, y ahora, apenas tres días después del parón, empiezo a notar que la maquinaria vuelve a funcionar y que corriendo con una técnica mejor los resultados empiezan a verse...

Ya volviendo, con el viento en contra, no recuerdo en qué iba pensando, que cuando me di cuenta el Forerunner me marcaba 5:05... Las piernas se habían relajado y la pisada no era buena. Cambio de chip, auto tirón de orejas, vuelta al movimiento correcto, concentración en la pisada y la cadencia, y vuelta al ritmo que llevaba antes. ¡Bien!

Además quise acabar probando a pisar un poco el acelerador. Con mi rudimentaria técnica anterior, correr más deprisa significaba hacer prácticamente el mismo movimiento pero más rápido y pisando más fuerte. Ay, que me duele la rodilla sólo de pensarlo. Esta vez, poniendo en práctica lo visto en muchos vídeos, fui acelerando poco a poco la velocidad de rotación y levantando más los talones, notando que el impacto era prácticamente el mismo, y viendo como el Forerunner se ponía entr 3:56 y 4:05 durante el minuto que duró el experimento sin que el sufrimiento fuera excesivo. ¡Bien!

Último tramo ya enfriando, relajado, valorando el progreso. Contento. Recordando una vieja anécdota que cuento a veces en la oficina. Hace ya algunos años, 22 para ser más exactos, estaba haciendo mi primer vídeo juego en serio para Spectrum. Hostages se llamaba, para los más curiosos... :) Con la versión de Spectrum lista, había que hacer la de Amstrad. Estuve trabajando duro de lunes a jueves y la tenía prácticamente acabada. Y entonces, el viernes por la mañana, comprobé que todo lo que había hecho se había perdido... En aquella época, trabajábamos con PCs a 8 MHz (sí, 8 megahercios) con dos disketeras de 5 1/4, una con el sistema operativo y el compilador (sí, el sistema operativo ocupada menos de 1 Mega, he dicho Mega, no Giga) y otra con el código fuente. Ese último disco se jodió. No había back up. ¿Qué era eso? :) Pues la historia es... Que el viernes a mediodía ya había vuelto a hacer lo que me costó 4 días hacer, y además acabé lo que me faltaba. ¿Qué tiene que ver eso con el running? Pues que cuando ya sabemos hacer algo, y debemos repetirlo una segunda vez, si el grado de motivación es el necesario, lo hacemos mucho más rápido y mucho mejor.

Quiero pensar que eso es lo que está pasando. Espero volver pronto a recuperar mi ritmo anterior e incluso mejorarlo corriendo mejor.

Pero las buenas sensaciones de hoy, hice exactamente el mismo recorrido y kilometraje que el martes, pero en dos minutos menos y mucho mejor de pulsaciones, no van a cambiar mis planes para el domingo. Mañana saldré a trotar un poco, quizá acabe con algún sprint, y el domingo haré una tirada con cuestas en la Cursa de El Corte Inglés acompañando a Manu, ambos muy tranquilos, pensando que para Nike / Bombers estaremos mejor de forma, y que Montmeló es una ocasión ideal para ir a por MMP.

¿Nos veremos en alguna de las tres? :)

Leo vuestros comentarios, gracias a todos, y os agradezco mucho que celebréis conmigo que ya esté de vuelta. Con la misma alegría que he visto yo volver a la carga a tantos amigos... Todo pasa, tardaremos más o menos, pero volvemos y volvemos a dar guerra. Se hace largo, se piensa mucho, se lee más, revistas, comentarios, blogs, pero al final todo ese tiempo acaba siendo un recuerdo, una anécdota, un breve descanso en nuestra pequeña historia de corredor. Cuando ya estamos de vuelta, parecen tan lejanos esos días de parón... Pero cuando estás parado, se hacen más largos y el apoyo de los amigos que han pasado por lo mismo o que saben que pueden pasar es inestimable.

Así que hoy, Gonzalo, cuando me leas, que sé que siempre lo haces, gracias, muchos ánimos amigo, todos te conocemos y a todos nos has hecho reír, pensar y vibrar con tus posts y tus crónicas, eres el blogger que más consejos he visto dar, el que más apoya a los que están en un bache o tienen dudas y el que más intensamente felicita a los que consiguen algo importante para ellos. Sabes lo mucho que te aprecio, los muchos libros que he comprado porque tú me has descubierto :) y las veces que me has motivado para dar un poco más de mí mismo. Eres tan sobrio, tan serio y tan invencible, que hasta cuando estás parado y creo que fastidiado transmites una entereza que es difícil mantener incluso cuando todo va bien. Que seas el más duro, el más fuerte y el más listo no quiere decir que no te vayamos a mimar y a animar cuando estás un poco preocupado y fastidiado. Así que amigo, venga arriba esos ánimos, ya verás qué pronto vuelves a tenernos en vilo con tus retos. ¡Acaba de recuperarte, aprovecha para descansar, y ánimos, muchos ánimos y un gran abrazo!