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lunes, 27 de octubre de 2014

Crónica de la Maratón de Montaña de Cataluña

Estoy cansado, muy cansado... Acabé la carrera jurando que nunca más volvería a correr una maratón de montaña... Bueno, no la volveré a correr dos semanas después de correr una de asfalto... Bueno, no sé... ¿Cuándo es la próxima? :)

No soy capaz de explicar lo que pasa por nuestra mente antes, durante y después de algo así. Pero sí que tengo muy claro que correr mucho es algo más mental que físico, obviamente es necesario tener un soporte en forma de huesos y músculos para que los planes que se nos pasan por la cabeza sean viables, pero por mucho que se prepare uno físicamente, si la cabeza no está dispuesta a pasar por las distintas etapas de la que consta un sacrificio así, no hay nada que hacer...

Por mi cabeza ya rondaba eso de pasarse muchas horas corriendo por la montaña. Ya he hecho varias carreras de entre 10 y 24 kilómetros por montaña. Incluso el verano pasado estuve cuatro horas y cuarto corriendo entre volcanes con mi amigo Antonio Navas... Lo de probar con las ultras alguna vez es algo que de vez en cuando se me pasa por la cabeza... Pero antes había que probar algo intermedio...

Así que ayer domingo, a las 4:00am ya me estaba despertando con la idea de hacer mi primera maratón de montaña, no en las mejores condiciones físicas, obviamente poco recuperado del esfuerzo de Chicago, pero sí con ganas de disfrutar sufriendo, esa manía tan rara que tenemos los runners, que tan fácil nos es entender, pero tan complicado explicar a los demás... :)

Nos plantamos en Sant Llorenç con el coche de Manu con tiempo suficiente para recoger el dorsal, preparar todos los cacharros y empezar a asustarnos... El perfil, simplemente, horripilante...


Y las caras antes de la salida no podían esconder de todo el miedo que llevábamos en el cuerpo... ;)


Visto el perfil, parecía que hasta el kilómetro 17 podíamos ir tranquilos. Y nos pusimos de acuerdo en ser reservones con el ritmo. Llegamos juntos al inicio de la subida asesina a La Mola, después de batir el récord de paradas a mear... No me lo puedo creer, ¡paramos 5 veces en 17 kilómetros! Será el madrugón, el frío, los nervios, no lo sé, el caso es que fueron 5 las paradas en boxes, individuales, por parejas y al final los tres a la vez, todo un acto de camaradería runner... ;)

Poca historia tuvieron esos kilómetros, regulando el esfuerzo, soltando las piernas en las bajadas, moderando el esfuerzo en las subidas... Llegamos bastante frescos al inicio de la subida, y a partir de ahí, empezó lo divertido...

Íbamos casi en fila de a uno, era una subida que se hacía andando o a gatas, con algún tramo de prácticamente escalada... Yo me sentía ligero y aprovechando las zonas donde se podía, fui ganando algunas posiciones. Los 17 kilómetros de meadas y rodaje suave no me habían desgastado casi nada y me sentía con fuerzas para ir subiendo con alegría... Tenía por delante 3 kilómetros demoledores, un receso de 2 kilómetros para recuperar, otros 3 asesinos, y ya me habría plantado casi en el 25, habiendo pasado lo peor...

La teoría era esa... La primera subida, muy bien. Bajando, me di cuenta que me falta mucho que aprender, me sentía poco seguro, me adelantaban por todos sitios, y el tobillo en alguna ocasión amagó con torcerse... La segunda subida, habiéndome recuperado bastante bien, salió fácil, y me planté en lo alto de la Mola con la moral alta y pensando que ya quedaba lo más fácil...

En ese avituallamiento me alcanzó Toni, comentamos cómo andábamos de fuerzas, aprovechamos el surtido de agua, bebida isotónica, frutos secos, chocolate y plátanos, y entonces... Fue cuando cambió todo.......

Estuve parado quizá 2 ó 3 minutos, no creo que más. Cuando empecé a trotar cuesta abajo, sentí un dolor agudo en las dos rodillas, y simplemente, no podía correr como hasta hacía pocos minutos... Perdí de vista a Toni, intenté ir a un ritmo poco exigente para que las rodillas entraran en calor, esperando que desapareciera el dolor, pero, además de no desaparecer éste, los tobillos se apuntaron a la fiesta y empezaron a doler, sobre todo el izquierdo... Cada paso cuesta abajo era un suplicio, las rodillas me dolían cada vez más, y cada vez que pisaba una piedra notaba un dolor agudo en los tobillos.......

Recordé que nunca había corrido más de 24 kilómetros en montaña... Y que en Lanzarote mis rodillas acabaron bastante mal tras otros tantos kilómetros entre volcanes, lo achaqué a la dureza del terreno... Pero parece que no hacen falta 25 kilómetros exclusivamente de piedras para que mis rodillas digan basta...

Todavía tenía fuerzas, pero iban desapareciendo paso a paso mientras intentaba bajar sin caer rodando y buscaba una manera de correr que no me doliera... Pero no había manera... Sólo en las subidas me sentía bien y el dolor casi pasaba desapercibido... Pero en las bajadas, era simplemente insoportable...

En medio de mi agonía me crucé con Quico el Zorro, con quien compartí parte de mi primera maratón ¡Joder, qué subidón de moral, qué manera de animar, gracias tío!

Pero seguía perdiendo posiciones a puñados... Y tobillos y rodillas competían por ver cuáles dolían más... :( Se me hizo interminable, además llevaba el RunKeeper en el nuevo iPhone, y al instalarlo de nuevo, se activó la configuración por defecto, que va cantando el tiempo y la distancia cada 5 minutos... Pasaban los minutos de 5 en 5, y la distancia recorrida no llegaba a 500 metros... Qué tortura...



Además, el calor ya empezaba a hacer mella... En uno de los avituallamientos, las tabletas de chocolate eran chocolate a la taza, sólo faltaron los churros... :) El agua estaba caliente pero los voluntarios animaban mucho y ayudaban a levantar un poco la moral...

Al final, ya sólo pensaba que esto acabaría de una vez y que el dolor pasaría a la historia mientras la satisfacción quedaría para siempre... Y así fue... 6 horas y 7 minutos corriendo, andando, escalando, gateando... Y se acabó mi primera maratón de montaña... Me juré que nunca más...

Pero recuerdo esas 6 horas... El reto que supuso, el poder acabar, lo mucho que aprendí, lo mucho que me queda por mejorar... Y creo que quiero más... :)

Porque al final, la cara de satisfacción lo dice todo...



Ahora sí, unos días de descanso total. Vienen las medias maratones de invierno, la Nassos, y ya para marzo, la maratón de Barcelona. Porque, pese a estos escarceos, mi hábitat sigue siendo el asfalto y empieza a rondarme una idea por la cabeza, que hace unos meses era impensable, pero... Si veo que en Barcelona estoy bien... Y que tengo un año por delante hasta Boston 2016... Podría intentar prepararme a conciencia e intentar aprovechar el perfil y el ambientazo de Boston para buscar bajar 9 minutos y 54 segundos mi marca actual...

8 comentarios:

  1. A medida que leía tu crónica me salía el impulso de recomendarte prudencia y cuidado, pero al terminar veo eso de bajar los 9.54 y me ha encantado la idea.

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  2. La maratón de montaña es la distancia que más me gusta porque la puedo entrenar con un entrenamiento de asfalto + muchas cuestas y alguna salida montañera. Más de eso hay que dedicarle muchas horas por montaña y no las tengo.

    Después de la maratón te quedas con poca fuerza muscular que es justo lo que hace falta para esto. Hay que tener cuidado. La vez que se me colapsó el sistema nervioso (40 días sin correr) fué porque encadené una Maratón y una transgrancanaria 42K.

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  3. Es que a veces nos pasamos y mucho. Ya te contaré que tal van las cosas al revés, primero una carrera de montaña de 60km y en menos de un mes una maratón de asfalto. Aunque tampoco no hace falta ser muy "listo" para darte cuenta que habrá mucho dolor en los últimos kilómetros. En fin, habrá que estar atento para ver como planteas esa rebaja de 9 min y 54 segundos.

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  4. Bravo por romper esa barrera en la montaña! el trabajo muscular es muy diferente en pruebas de este tipo, de ahí la mala pasada de los dolores que comentas. Pese a todo, carrerón y tiempazo que te has marcado para ese perfil, se nota que estás recuperando bien. Eres un crack, y con tu ilusión y esfuerzo, apuesto a por esa mejora de casi 10 minutos, ánimo!

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  5. De estas es de las que se sacan enseñanzas. Pasar en poco tiempo de una Maratón de asfalto a una de montaña es doloroso pues los musculos están castigados y pese a que en las subidas fueras bien en las bajadas es donde se sufre al solicitar a los cuadriceps que sujeten.

    El objetivo de sub 3 muestra que te encuentras cada vez mas fuerte.

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  6. Demasiado brusco ese cambio, pero somos adictos a ese sufrimiento. Suerte para tu temporada de Medias, ves viendo que en cuanto te vayas acercando a 1h23' estarás listo para atacar esas 3 h en Maratón.

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  7. ¡Eres grande!, no tienes límites y tu forma física es espectacular.¡Bravo por la carrera!, cuídate, un abrazo

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  8. Enhorabuena Isidro por ese sufrido debut en la maratón de montaña, aunque viendo esas fotos ... ¿cómo se te ocurre pegarte 6 horas por ahí sin una camelback o cinturón en condiciones? Por muchos avituallamientos que haya en la montaña hay que ser un poco animal de carga ;)
    Aspirar a Sub3h es más que palabras mayores, lo conseguirás.

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